La imagen original de la Virgen de Luján parece estar inspirada en las pinturas de Murillo. Se trata de una representación de la Inmaculada Concepción modelada en Brasil y enviada a la Argentina en mayo de 1630.
Su manto azul está caído, salpicado de estrellas blancas; su túnica es encarnada y a sus pies se hallan cuatro ángeles. En 1887 esta imagen, para su protección, fue recubierta de un armazón de plata en forma de campana, dándole la forma característica con que hoy se la conoce. Desde entonces viste una túnica blanca y un manto azul celeste, que coinciden con los colores de nuestra bandera. La Virgen es morena, de rostro ovalado y ojos azules, y tiene las manos en oración junto al pecho.
Hace algún tiempo, el padre Leonardo Castellani le dedicó una Payada. Hoy yo le dedico estos versos que han sido musicalizados y grabados por el “Tata” Cedrón:
Virgencita criolla
¡Hay fiesta de kermese
y es por la Virgencita
que en procesión se mece!
Es una Virgencita
de corona polenta
y cuatro pingos bayos
le van abriendo senda.
Con gorriones de vidrio
la lluvia se presenta;
y entre la niebla todos,
para verla, se acercan.
¡Virgen, tu hermosa cara
deja en tiernas miradas
y que cubran tu manto
con azucenas blancas!
Dos torres en el cielo
Se recortan del alba.
es la que pasa.
¡Hay fiesta de kermese
y es por la Virgencita
que en procesión se mece!