Candidus en latín significa blanco, de ahí que candidatus pase a denominar al que va vestido de blanco. Entre los romanos, las personas que buscaban nominaciones o que se presentaban para obtener aceptación oficial en una entrevista o examen, lo hacían vistiendo una túnica blanca como muestra de fidelidad y humildad. Tal vez de esa costumbre provenga el estar de punta en blanco.
Siglos mediante, entre nosotros, el "candidato" pasó a ser tanto el novio de la nena como un caballo de carreras con grandes posibilidades de ganar, o un gil (fácil de engañar). Aunque, paradojicamente, para algunos candidatos a cargos políticos los giles son los otros.
Si hay algo que los candidatos (políticamente hablando) tenían en común, era la 'ambición'; y esta palabra, del latín, ambitus, ambire, que significa ir de un lado a otro, amplió después su significado.
Ya en
aquellos tiempos, los candidatos a puestos públicos que ambulaban entre la
gente pidiendo que votaran por ellos, no dejaron de exhibir también sus
pretensiones de poder y honores.
Y fue así como la 'ambición' pasó a significar para muchos, no solo deseo de poder y honores sino también de riquezas.
Escuchemos ahora "Matufias", por Ángel Villoldo y "Las crisis" por Alfredo Gobbi :
"Matufias" - de y por Ángel Villoldo (1903)
"La crisis" de y por Alfredo E. Gobbi - (c. 1907)