"Abandonando el rincónde esta urbe santiaguina,en Alas de la ilusiónpartió Claudio a la Argentina"
"Qué tristeza, qué tedio, qué dolor, qué amarguraEl tratar a las gentes con sus mismas falsías:Todas van disfrazadas con la vil vestiduraDe las cosas del mundo, tan banales y frías..."
Y ese lloro lo trasladó a Buenos Aires. La
ciudad donde venía a triunfar tan sólo
le habría de ofrecer indiferencia.
Vivía en Banfield, en casa de su
amigo, el pintor Koek Koek, y el 5 de marzo de 1918, luego de matar al perro de
su amigo, al que le veía “una mirada triste”, y para que lo “acompañase” en su
viaje, se pegó un tiro en la sien. Tenía 32 años.
Sus restos descansan
en el cementerio de Lomas de Zamora, prov. de Bs. As.
Una calle de Lomas de Zamora lleva
su nombre.
OBRA:
En Chile publicó cuatro libros: “Salmos de la muerte y el pecado”, “Fuegos y tinieblas”, “Arturo Alessandri” y “La primera víctima de la aviación en Chile”
La baraja de la muerte, también conocida como El enigma de la calle del Lord,
es una película chilena de 1916 dirigida por Salvador Giambastiani.
Es considerada la primera película argumental realizada en Chile. El guion,
escrito por Claudio de Alas, está basado en un crimen cometido en la
ciudad de Santiago, en la calle Lord Cochrane.
La cinta fue prohibida por la Municipalidad de Santiago debido a que el crimen en el que estaba basada aún no había sido resuelto por un fallo judicial. La baraja de la muerte se convirtió en la primera película en ser censurada en Chile, dado que la elite consideraba que el cine debía limitarse al "registro de eventos sociales como inauguración de monumentos, desfiles, festejos públicos, ceremonias oficiales, ritos religiosos, o a mostrar paisajes, vistas de las ciudades y de viajes". De todas formas, la película pudo ser exhibida en Valparaíso.
Obra póstuma: “El Cansancio de Claudio de Alas” (poemas), “Visiones
y realidades” (apuntes autobiográficos), y la novela “La
herencia de la sangre”.
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Y ahora, quiero recordar su soneto (con aires lunfas):
"ECCO IL MONDO"
Para ti, Honorio Ricardo Guiñazú, ilustre viejo verde, gentil,
buen mozo, noble amigo, millonario y profesor en Adulterios...
Era un viejo elegante de mirada felinacon mostachos bravíos y palabra triunfal.Su apostura era hermosa, su estirpe era muy finay en sus labios ardía una mueca sensual...Era un viejo corrido, de risa cristalinaque del Bien se reía y se reía del Mal.Fue rey de boulevares, mató a una bailarinay por una Duquesa derrochó su caudal.Llamáronle el Gran Lobo, especialista en viudas.Tiró su gran fortuna con un ardiente afán.Y en una vieja noche, lleno de viejas dudas,con su postrer billete entró en un restaurant,y allí, con dos cocotes -borrachas y desnudas-se murió dando besos y bebiendo champán.