Tolondro, que significa bulto o chichón como
resultado de un golpe, quiere decir, también, aturdido, desatinado, que no tiene
cuidado en lo que hace, que procede sin reflexión. De tolondro derivan atolondrado
y la voz popular tololo, con el significado
de tonto. Y tonto, designa al mentecato, al falto o escaso de entendimiento o razón.
El que, si además es alocado, pasará a ser un tontiloco, o, en caso de ser vanidoso,
un tontivano.

En cambio, la palabra opa (del quechua upa, bobo, sordo), y voces como chichipío,
pastenaca, chabón, boncha, chaucha, chauchón, chauchonazo, gil, gilastro,
gilimursi, fesa, otario y paparulo, hablan más
del pánfilo, del lenteja y del cándido,
que del tonto a secas.
Chitrulo, que también quiere decir tonto, bobo, iluso, es un término
que, con igual significado, lo heredamos del italiano.
El aumentativo de tonto, tontón, se
ve superado si a la palabra tonto se le antepone un adverbio de cantidad. Es cuando
decimos que alguien es medio tonto o medio
turulo, queriendo dar a entender así que
es tonto del todo.
El Otario - tango de y por Francisco Canaro
El Otario - tango de y por Francisco Canaro