domingo, 5 de septiembre de 2021

TANGO DEL VAMPIRO

    


Vlad III de Valaquia (Sighisoara, 1431 - Transilvania, 1477) 
conocido como Vlad el Empalador o Vlad Drácula. Fue príncipe de Valaquia entre 1456 y 1462.
(pintura al óleo, c. 1560), copia de un original hecho en vida del príncipe.  

      En el lenguaje popular se llama vampiro o chupa sangre al que explota el trabajo de otro y al mismo tiempo toma sus recaudos para que el otro no explote. Viene a ser la otra cara del que labura noche y día como un buey. La cara oculta -o no tan oculta- del que vive de los otros, del que afana, del que curra, y para el que no pareciese existir ley alguna.
            Pero hoy vamos a referirnos a otro tipo de vampiro. Recordaremos al Conde Drácula, el inmortal personaje de la novela homónoma escrita por el irlandés Bram Stoker, inspirado en la figura de Vlad "el empalador", llamado Draculea, hijo del dragón, tirano medieval de Valaquia que empalaba a sus enemigos. 
            Drácula es una palabra de origen rumano, que tiene dos significados: puede ser “drac”, diablo, o “dracul”, dragón.
Mihai Stoica, Luis Alposta y Petru Craciunescu,
autor del libro  “Strigoi” – Bucarest, 1974

            Este personaje, desde su nacimiento literario, en 1897, ha originado numerosos estudios, ha sido llevado muchas veces al cine y ha gozado siempre de muy buena prensa. Alguien que, a través de los años, se ha ido metamorfoseando hasta llegar a darnos pie (un pie muy pálido, por supuesto) para que lo tratemos con humor.
            La astucia del Conde Drácula es proverbial. Si alguna vez se le aparece y le dice que le amará hasta la muerte, tenga por seguro que se refiere a la suya, no a la de él. 
            Y recuerde: detesta la luz del día y el olor del ajo.
            A Drácula y a Lucy, la más conocida de sus víctimas, los hemos llevado al tango:  

                                
                                    TANGO DEL VAMPIRO
                                                             (1998)
      
Escucho a un fueye que me asegura
que ya es de noche y es noche oscura.

Hoy su rezongo suena a sirena
que está anunciando que hay luna llena.

Éste es el tango que con voz ronca
le canto a Lucy al salir del jonca.

¡Lucy! ¡Mi Lucy! Que no hay collares
con que se oculten tus yugulares.

Desde hace siglos no siento el hambre
y hoy sólo quiero beber tu sangre.

ELLA:
¡Conde! ¡Mi Conde!
¡Mi amor prohibido!

Ya desde el día en que la has bebido
 mi sangre toda te corresponde.

Si me has herido,
mi flor de anemia
no es esta noche lo que me apremia,
sino la llama que has encendido.

Si algo me quieres,
sólo por eso,

abre la boca con que me hieres
y hoy dame un beso.
 
El mismo fueye, como si hablara,
me está diciendo que es noche clara.

Ya no es rezongo, ni es la guadaña.
Ni es esa historia de Transilvania.

Éste es el tango con voz quebrada
que ahora le canto a mi enamorada.

¡Pero carajo!... ¡Pero carajo!...
¡Quién trajo el ajo!... ¡Quién trajo el ajo!...

¡Tan justo ahora, que sin collares
Lucy me muestra sus yugulares!


Dos videos:

"Tango del vampiro" Letra: Luis Alposta - Música: Daniel Melingo
          Cantan: Daniel Melingo y Fabiana Cantilo              

"Tango del vampiro" Letra: Luis Alposta
Recitado: Juan Salvador