entre latines y
otras cuestiones.
Siempre consulta
ese libro grosso (1)
con el que a
tantos sacó del pozo.
Hoy dos pacientes
son las que esperan.
Dos impacientes
que desesperan
y se preguntan,
dudas por medio,
¿cuál será el
nombre de mi remedio?
Una es muy dulce,
suave y muy frágil,
mujer callada y de
llanto fácil.
Se siente sola y
abandonada
y al mundo nunca
le pide nada.
La otra es en
cambio muy habladora,
mujer celosa y
calumniadora;
es orgullosa,
sensual e hiriente,
Y así el buen
tordo que es unicista
con la paciencia
de un alquimista
hace preguntas,
raras, curiosas,
puntualizadas y
minuciosas. (2)
Y prosiguiendo en
sus menesteres
teje la historia
de ambas mujeres,
saca el remedio,
no sé de dónde,
y el globulito que
corresponde.
L. A.
(1)
Repertorio
Libro -al que siempre debe
recurrir el homeópata- donde están agrupados todos los síntomas producidos
durante las experimentaciones, así como el nombre de los medicamentos que los
produjeron. Repertorización: es el empleo práctico del Repertorio, es
decir, la búsqueda de los síntomas homeopáticos que conducen a la prescripción
(2) Homeopatía
![]() |
Samuel Hahnemann - L. A. |
Con su empleo, lo que se busca es estimular
la fuerza vital del organismo para curar así la enfermedad.
Su nombre proviene del griego homios, semejante y pathos, enfermedad.
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HOMEOPATÍA EN TIEMPOS DE HOMERO
(fragmento)
Luis Alposta
(fragmento)
Luis Alposta
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La “ley de similitud” fue enunciada por
Hipócrates como una de las leyes que rigen la terapéutica. En el libro “De los lugares
en el hombre”, dice: “Los padecimientos se curan por lo opuesto a ellos; otro procedimiento
es curar las enfermedades por lo mismo que es capaz de producirlas”; “se tratará
tanto por lo contrario como por lo semejante según la naturaleza de la enfermedad”,
y más adelante agrega: “Hay una manera de formarse las enfermedades: vienen algunas
veces por los semejantes, y curan por las cosas que las engendran.”
......................................................
Recordemos ahora que la Ley de Semejanza
no es una ley de curación, sino una ley que le permite al médico indicar el remedio;
es la que afirma que se puede curar cada caso de enfermedad de la manera más segura,
suave y radical, usando medicamentos capaces de producir en la experimentación una
enfermedad similar a la que se busca curar.
Aquiles curando a
Télefo
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Ahora, leyendo a Ovidio, (Amores –
libro III) reparo en un párrafo que nos demuestra claramente que ya en tiempos de
Homero (siglo VIII a.C.) era conocida y puesta en práctica la “cura por el semejante”,
convertida, veinticuatro siglos después, como ya he dicho, en uno de los pilares
de la Homeopatía.
Ovidio, en este libro, alude a Télefo (de
thèlè, ubre y elaphòs, cierva), hijo de Hércules y de Auge, a la sazón rey de Misia,
que fue herido gravemente en uno de sus muslos por la lanza de Aquiles, cuando los
griegos en su viaje a Troya arribaron a las costas de su país.
De tal herida, Télefo sólo pudo sanar al
cabo del tiempo (siguiendo las indicaciones del oráculo de Apolo) acudiendo al propio
Aquiles, quien le aplicó en la llaga la herrumbre de la misma lanza con la que
lo había herido.
Se dice que Aquiles, instruido por el centauro
Quirón, había aprendido el arte del auxilio médico y, al parecer, la “cura por el
semejante” no le era desconocida.
![]() |
“Primer diccionario de
Homeopatía”,
Bs. As. Ed. Corregidor, 1993
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Se
podrán recetar antibióticos y psicofármacos; se podrá recetar árnica o belladona; se podrán realizar transplantes de órganos y hablar de
anticuerpos monoclonales; se podrá ser alópata u homeópata, pero todo eso,
sin llegar a olvidar que el ejercicio de la medicina debe seguir siendo una
auténtica escuela de amor al prójimo.
Como
decía el Dr. Escardó, la mejor medicina es la que cura.