En cuanto a visitantes de linaje real, recordemos a los reyes
de España, quienes concurrieron el 28 de noviembre de 1978.
Aquella noche Rivero decidió comenzar el espectáculo con “Uno”,
de Mores y Discépolo, tema que le fue señalado como uno de los predilectos del rey
Juan Carlos. Después, el singular pedido de la reina Sofía: el tango “Cambalache”,
de Enrique Santos Discépolo. Rivero lo cantó y, como final, agregó “Amigos que yo
quiero”, de Hugo Gutiérrez.
Al bajar Rivero del tablado para presentar
su saludo a los visitantes, les pidió que firmaran el libro de honor y les hizo
entrega de varias grabaciones. Los reyes firmaron y Juan Carlos ofreció, a su vez,
su estilográfica para que el cantor le dedicara los discos, pidiéndole luego que volviera al escenario -en lo posible- para interpretar “Sur”, de Aníbal Troilo y Homero Manzi.
El monarca se despidió diciéndole a Rivero: “En la recepción
de mañana me gustaría hablar de tangos con usted”.
Carta del Marqués de Mondejar en respuesta al envío del libro "Todo Rivero"