jueves, 26 de octubre de 2017

ACERCA DE LA POESÍA

Alguna vez, hablando de poesía, Borges me dijo: -Yo no sé si puede definirse. Es algo tan elemental. Y además yo no creo que necesitemos una definición. Su definición va a ser siempre más vaga que la palabra poesía, que todos sentimos. Creo, además, que para juzgar un poema mejor es juzgarlo inmediatamente. Digamos que la comprensión viene después... y quizás no importe mucho. Pero sí, que usted siente que algo poético lo ha sido inmediatamente.
            Yo creo que todos sentimos eso. Es como la música. Uno siente inmediatamente si una pieza de música lo conmueve a uno o no.
            Un poeta inglés dijo que "la poesía es aquello que modifica inmediatamente al lector. Que cuando se lee, es como si la sangre circulase de otro modo, y que la voz de uno se eleva ante la necesidad de repetir aquello en voz alta."
            Eso es poesía. Y si eso no ocurre, el resto es “pura literatura”, como diría Verlaine.
            La poesía es algo que se siente, y punto. 
            Pero en tren de buscar una aproximación, digamos que es la que le da existencia al poema como el alma al cuerpo. La poesía es la taquigrafía del alma.      
            El síntoma de un auténtico poeta es contar algo que nadie ha contado, pero que no es nuevo para nosotros. Es revelar y redescubrir: develar la poesía que todos llevamos dentro.
            Es reminiscencia y plagio del lector. 
            Es hacer letra de una emoción. 
            O dicho de otro modo: la poesía es una emoción expresada "como para regalo”. 

L. A. - año 1950

 
    INSPIRACIÓN            

    El patio y la mesa bajo el parral.
    El pibe que he sido escribe un poema.
    Algo me impulsa a dictarle unos versos.
    Él no puede oírme, pero los escribe.

    Recuerdo ahora una lejana mañana.
    El patio y la mesa bajo el parral,
    y yo escribiendo unos versos
    como si alguien me los dictara.

    L. A.
   

 A manera de epílogo:

         En una de las charlas que el poeta Evgueni Evstushenko pronunció durante su estada en Buenos Aires a fines de los años 60, se refirió a las cualidades que se necesitan para ser un auténtico poeta. Y aquí, con la fidelidad que la memoria me permite...

         -Las cualidades para ser un auténtico poeta son, probablemente, cinco:

         Primera: tienes que tener conciencia, aunque esto no basta para ser poeta.

         Segunda: tienes que ser inteligente, aunque esto no basta para ser poeta.

         Tercera: tienes que ser audaz, aunque esto no basta para ser poeta.

         Cuarta: tienes que amar no sólo tus versos sino también los de los demás y, sin embargo, tampoco esto basta para ser poeta.

 Quinta: tienes que escribir buenos versos, pero si no tienes las anteriores cualidades, tampoco esto bastará para ser un buen poeta.


Jorge Luis Borges - "Poema de los dones"

jueves, 19 de octubre de 2017

ACERCA DEL PERCAL

Percal pakistaní
      Epercal es una tela fina de algodón hecha con un ligamento muy sencillo, que suele ser blanca o estampada, utilizada para la confección de prendas de vestir corrientes, de escaso precio. Fue importado de la India, de donde es originario, durante los siglos XVII y XVIII, y luego se lo comenzó a fabricar en Francia.
El término describe el tipo de tejido, no su material, por lo que el percal puede confeccionarse con una mezcla de 50% de algodón y 50% de poliéster o una mezcla de otros tejidos en cualquier proporción.
La palabra proviene del francés percale y esta del persa pargāle, que significa 'trapo'.
La percalina es tela parecida al percal, de baja calidad; con brillo por un lado y mate por el otro; se utiliza especialmente en la confección de forros. Es utilizada también en la encuadernación, con la función de evitar el deterioro del cartón de las tapas. La percalina puede ser de diferentes colores; tiene un lado de tela y otro con brillo. El de la tela es donde se aplica la cola para adherirla al cartón y el lado con brillo es donde se estampa la cubierta del libro. Es usado también para cubrir mesas de billar.
Percalera (voz pop.), con el significado de costurera; muchacha humilde.

           Percal…
¿Te acuerdas del percal?
Tenías quince abriles,
anhelos de sufrir y amar,
de ir al centro, triunfar
y olvidar el percal.

(Percal – Tango 1943 – Música: Domingo Federico – Letra: Homero Expósito)





¡Qué progresos has hecho, pebeta!
Te cambiaste por seda el percal…
Disfrazada de rica estás papa,
lo mejor que yo vi en Carnaval.



(Carnaval – Tango 1927 – Música: Anselmo Aieta – Letra: Francisco García Jiménez) 


"Percal" - Tango - Orquesta: Miguel Caló - Canta: Raúl Del Mar - Glosas: Héctor Gagliardi

jueves, 12 de octubre de 2017

ACERCA DEL ORIGEN DE LA PALABRA LUNFARDO


Amaro Villanueva fue el primero en asociar la palabra lunfardo con lombardo.
          Leyendo “Los amores de Giacumina”, sainete de Agustín Fontanella, editado en 1906, y la novelita de igual nombre, de Ramón Romero (primera obra rioplatense escrita íntegramente en cocoliche, publicada por entregas en 1886), él encontró en ambos textos la palabra lumbardo, en boca de un napolitano, y, según se desprende fácilmente del relato, se refiere al nativo de Lombardía.
Prosiguiendo el rastreo, éste dio sus frutos y, en el “Vocabulario Romanesco” de Chiappini, encontró esta constancia reveladora: Lombardo con el significado de ladrón
.

           El señor Larousse, más explícito, es quien nos consigna que, en el medioevo, en Francia se llamó lombardos “a los financieros, cambistas, usureros, que en gran número procedían de Italia”.
La importancia de semejante testimonio no necesita comentario: había encontrado la palabra lombardo con el significado de ladrón, contando ya con el cambio a lumbardo registrado en el uso local porteño, en el que lunfardo significa, también, ladrón, y luego, por extensión, pasó a llamarse así al vocabulario de ocultación utilizado por los malvivientes.
Los pasos serían entonces: lombardo-lumbardo-lunfardo.
François Villon
Ahora bien, mi aporte al tema, dejando de lado los diccionarios, es haber encontrado un antecedente literario que documenta lo dicho anteriormente, y que bien puede ser considerado ilustre dado que lleva la firma de François Villon.
En su balada “Petitorio al Duque de Borbón”, en los cuatro primeros versos de la tercera estrofa, dice:

    “… Si pudiese vender mi salud
    a un lombardo, usurero de naturaleza,
                    emprendería, creo, la aventura:
                    tanto la falta de plata me ha embrujado…”

Por todo esto, es a unos antiguos lombardos, de mala reputación, que les estaríamos debiendo una palabra que mucho tiene que ver con la parla nuestra de cada día.


"Poema número cero" -Letra: Luis Alposta - Música: Edmundo Rivero 
Canta: Edmundo Rivero


"Poema número cero" - de Luis Alposta - por Tita Merello

"Poema número cero" - de Luis Alposta - por Julián Centeya