jueves, 28 de julio de 2011

ACERCA DEL LABERINTO QUE BORGES VIO NACER


“… Y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro… “

                                     Jorge Luis Borges

            Parque Chas: barrio de casas bajas, lo cual ya es decir mucho; barrio con microclima; con calles que siguen un diseño de curvas; con nombres de ciudades europeas (Ginebra, Londres, Bucarest, Dublín, Atenas, Estocolmo… ; con esquinas mellizas; con la cerrada curva de la calle Berlín; con sus tres diagonales y con las paralelas que se encuentran.
            ¡En Parque Chas está el infinito!
            Se dice que su diseño facilita el desconcierto de las personas que transitan por él.
            Su hilo de Ariadna: tomar cualquiera de las calles que no tenga nombre de ciudad.

   
PARQUE CHAS

Una calle circular;
otra que forma esquina
consigo misma;
calles en las que,
con sólo cruzar
a la vereda de enfrente
ya son otras;
paralelas
que se encuentran;
la curva
entre otras curvas
de la calle Ginebra

y el mito
de que hay gente
Las “20 casas para obreros” (con techos ‘anglizantes’)
sobre la calle Pampa entre Triunvirato y Andonaegui
que no halla la salida.

L. A.
         
            Por esas extrañas asociaciones que suele realizar la mente, hablamos de Parque Chas y pensamos en un laberinto…
            Y al decir laberinto, ya estamos hablando de Borges.
           
Las “20 casas para obreros”
Foto Familia Chas
            En  1922,  y  en  años  posteriores,  Jorge  Luis  Borges,  que  vivía  entonces  en  Palermo  en  la  calle  Bulnes,  tomaba  periódicamente  el  tranvía  7  y  se  bajaba  en  Triunvirato  y  Pampa.  Desde  allí  se  dirigía  a  la  casa  de  su  prima  Norah  Lange,  que  estaba  ubicada  en  la  calle  Tronador  1746. 
            Y fue desde esa esquina donde Borges vio cómo nació Parque Chas.



"El Laberinto" de y por Jorge Luis Borges
con imágenes de Parque Chas
(Click en el triángulo de play)


jueves, 7 de julio de 2011

ACERCA DEL GATO

"Mujer con gato" - pintura al pastel de L. A.

       Estudiar las palabras de origen quechua que incorporamos al habla popular, es algo que no está libre de errores ni desprovisto de riesgos. Algunos de ellos provienen de las dudas que despiertan ciertos términos que, aunque han sido registrados como quechuismos, se considera que fueron tomados del español.
 Tal, el caso del gato, al que en quechua se lo denomina misshi, por lo que podría pensarse que el mish o michi con que comúnmente se llama a dicho animal procedería de esa lengua. Pero esta es una interpretación que se desinfla rápidamente si se recuerda que en la América precolombina el gato era desconocido. Por otra parte, como en el castellano las voces miz y micho vienen de lejos, la única conclusión posible es que a los incas esta palabra se les pegó de los españoles.
"Mujer con gato y claro de luna" - L. A.

Y algo que, a nosotros, también se nos pegó de los españoles es la palabra gato con el significado de ladrón, de ratero que entra subrepticiamente en una casa o comercio y se escabulle hasta encontrar la ocasión propicia para robar. 

Y gato, que comenzó como cattus en latín, hizo carrera. Pasó después al lunfardo con el significado de meretriz de lujo, yiro de categoría, y terminó subiéndose a la cabeza de muchos pasando a ser sinónimo de quincho, una palabra de la que sí podemos decir que es quechua. Tan quechua... como los chinchulines.

"Gato" - tango de Homero Manzi y Edgardo Donato (1937) 
Orquesta de. E. Donato - canta Horacio Lagos

 "El tango del gato negro" - Canción infantil japonesa -  Osamo Minerahua