Leyendo el libro El Fantasma de la Ópera,
de Gastón Leroux, en su primera página reparo en el siguiente párrafo:
"... El camarín de la Sorelli era de una elegancia oficial y
trivial. Un tocador, un diván, un espejo de tres cuerpos y unos armarios
formaban el moblaje necesario. Algunos grabados en las paredes, recuerdos de su
madre, que había conocido los bellos días de la antigua Ópera de la calle Le
Peltier. Retratos de Vestris, de Gardel, de Dupont, de Bigottini....”
Maximilien Gardel
Considerando que esta historia se
desarrolla a fines del siglo XlX, y que su autor murió en 1927, encontrar en
ella el apellido Gardel fue lo que me llevó a consultar el Diccionario Oxford
de la Música, de Scholes.
Es allí, donde me entero de que Maximilien Gardel (1741 – 1787) fue un gran
bailarín de ballet (no coreógrafo) y una auténtica estrella de la Ópera de
París, en la que dejó escuela. Una escuela de baile que habría de dar inicio a
la del siglo XlX en Francia.
En síntesis: francés y bailarín. Un Gardel en lo suyo.
LOS
HERMANOS GARDEL
Y asi fue cómo llegué a saber que el ballet
es una forma de danza teatral que se desarrolló en la Italia del
Renacimiento; que el ballet de corte alcanzó su cumbre en Francia durante el
reinado de Luis XIV, cuyo apelativo de Rey Sol derivó de un papel que ejecutó
en un ballet; y muchísimas otras cosas.
Pero la búsqueda del apellido Gardel, que era lo que a mí me interesaba, devino
en el descubrimiento de dos hermanos que descollaron en el ballet de la Ópera
de París en tiempos que van desde Luis XVI a Napoleón, y de los que, con los
escasos y dispersos datos biográficos que obtuve, sólo he podido componer la
página que no encontré en las enciclopedias.
En este caso, la coincidencia entre los apellidos de estos dos grandes
bailarines con el del gran cantor que fue Carlos Gardel, es irrelevante; no así
el encanto y la novedad de haberla descubierto.
Maximilien Gardel nació en Manmheim el 8 de diciembre de 1741 y
falleció en París el 11 de marzo de 1787.
Hijo de un maestro de ballet de la corte de Estanislao II (1732-1798), último
rey de Polonia, Maximilien estudió danzas con su padre y, posteriormente, con
Jean-Barthelemy Lany (1718-1786), bailarín francés, coreógrafo, y maestro del
ballet clásico.
Debutó en La Ópera de París en 1759 y cinco años después, ya convertido en
auténtica estrella (no destacó como coreógrafo), llegó a ser solista y maestro
de la Académie Royale. En La Ópera de París dejó escuela. Una escuela
de baile que habría de dar inicio a la del siglo XIX en Francia. Junto a
Auguste Vestris, se le atribuye la invención del rond de jambe (paso
donde se marca un medio circulo en el piso con la punta del pie).
Maximilien Gardel fue el primero en
descartar la tradicional máscara que utilizaban entonces los bailarines. Se la
quitó en 1772, durante la representación de Castor et Polux,
de Rameau, para permitirle ver al público que era él quien estaba bailando, y
no su rival Auguste Vestris, como estaba programado. Junto a Jean Dauberval (su
condiscípulo), fue primer bailarín de la Ópera de París. Compuso numerosos
ballets considerados clásicos, entre ellos: La chercheuse d'
esprit (1778); Ninette à la cour (1778); Le
déserteur (1786), y fue uno de los creadores del ballet- pantomime.
Maximilien Gardel fue el único bailarín
que se destacó en la ópera “Persée”, un espectáculo desafortunado durante los
festejos de la boda de María Antonieta y el Delfín Luis; y llegó a ser, tiempo
después, maestro de danza de la pareja, cuando María Antonieta logró
transmitirle a Luis XVl “un gusto bastante inesperado por la danza”, y lo
eligió a Gardel entre los demás artistas.
Murió en 1787 debido a una infección en un dedo del pie.
Pierre Gardel nació en Nancy el 4 de febrero de 1758 y falleció en
París el 18 de octubre de 1840.
Bailarín de ballet, maestro, coreógrafo, y primera figura. Estudió junto a su
hermano Maximilien. Pierre se convirtió en solista en 1780, y sucedió a su hermano
como director del Ballet de la Ópera de París en 1787. Uno de sus más famosos
discípulos fue Carlo Blasis. Estaba casado con la famosa bailarina Marie Miller
(de la Ópera de París, circa 1790), a quien Noverre la llamó “Venus de Medicis
de la danse”.
El día en que guillotinaban a Luis XVI
en la Plaza de la Revolución, el Ballet de la Ópera de París
representaba la obra "El juicio de Paris" (el de Helena de Troya),
con coreografía de Pierre Gardel. Fue asombroso que este ballet, con lo
sugestivo de su título, pudiera subir a escena en tal momento. Pierre Gardel,
entonces director (maître de ballet, antiguamente) de la compañía, era un
hombre muy prudente; con habilidad, evitó ofender a políticos, y al mismísimo
Robespierre, y convino con ellos en lo “obligatorio”. A cambio, mantenía una
cierta libertad en sus opciones, permitiéndosele conservar en el repertorio los
ballets cuyos temas no eran propagandísticos sino que remitían estéticamente al
"Ancien régime" (entonces, los bailarines, como empleados del Estado,
debían participar en las festividades de propaganda revolucionaria).
Pasado
el terror de la guillotina, el frenesí al que se entregó la sociedad parisiense
desencadenó una "dansomanie" (esto tenía lugar en las calles y casas
de París) que le dio título a uno de los ballets de Gardel más significativos
de ese período.
Alrededor de
3.000 ó 4.000 personas tomaron la Ópera de París el 12 de julio de 1789, con la
intención de arrebatar las armas (de utilería) que existían en el teatro. (Grabado
de época tomado de un artículo de Isis Wirth)
La
pasión por la danza desatada entonces, incluidos los truculentos "bailes
de las víctimas", influyó en la creación de Pierre Gardel. Su ballet
"Dansomanie" fue estrenado el 14 de junio de 1800, en la Ópera de
París, con música de Étienne Méhul (los intérpretes: Madame Gardel, Auguste
Vestris, y Filippo Taglioni).
Esa era la primera vez en la escena de la Ópera de París que se representaba un
ballet cuyos protagonistas eran burgueses y no nobles.
La "Dansomanie" de Gardel, en tiempos en que nacían las zapatillas de
punta, ha sido, quizás, el título de mayor resonancia (cien años después
tendría lugar el fenómeno de la “tangomanie” y el apellido Gardel volvería a
ser escuchado).
Pierre Gardel fue, también, uno de los
"hombres de confianza" de Napoleón, quien siempre lo mantuvo en el
"Gran jurado" de la Ópera. En una carta de Gardel a Napoleón, fechada
en 1805, el coreógrafo le explica al emperador que todas las obras de la Ópera
necesitaban ballets como "divertissements", pues esa era la manera de
desarrollar a los bailarines. Gardel insistía en que la danza en sí era lo
importante.
Sus
ballets principales fueron los clásicos: Télémaque (1790);
Psyché (1793), bailado 564 veces entre 1790 y 1829; Le
jugement de Pâris (1793); Dansomanie (1800); El
estandarte de Granada (1813), obra esta con música de Cherubini y
coreografía de Pierre Gardel.
Se retiró en 1820 y falleció veinte años después.
En el ballet de la Ópera de París, los hermanos Maximilien y Pierre Gardel,
establecieron una hegemonía artística y coreográfica trascendente, ayudando a
consolidar la técnica del bailarín y a fomentar el virtuosismo escénico.
Reitero: tanto Maximilien como Pierre, bailando ¡eran Gardel!
"Bailarín compadrito" - Canta Carlos Gardel (Click en el triángulo de play)
BIBLIOGRAFÍA
ALPOSTA, Luis: Gardel: bailarín de la Ópera de
París. Academia Nacional del Tango, Escritos Académicos Nº 1, comunicación académica
Nº 3, Buenos Aires, 2002.
D’ANTONIO, Francisco: Cuatro siglos de Ballet 1581
– 1981. Ed. Jinetea, Buenos Aires, 1981.
GUEST, Ivor: Le Ballet de L’Opéra de París. París,
1976.
NOLHAC, Pierre de: Etudes sur la cour de France. Ed.
Calmann-Levy, París, 1924.
REYNA, Fernandino: Histoire du Ballet. París, Somogy,
1964.
SCHOLES, Percy A.: Diccionario Oxford de la Música. Edhasa, Hermes,
Sudamericana, Barcelona, 2ª ed., 1984.
WIRTH, Isis: Historia: Danzas de la época de Napoleón
(Parte I) Estrellas de la revolución. Rev. Danzahoy en español, Nº 46, San Francisco,
USA, septiembre 2005. //
(Parte II) ¡Vive la liberté!. Rev. Danzahoy en
español, Nº 47, San Francisco, USA, octubre 2005. // (Parte III) Locos por el baile.
Rev. Danzahoy en español, Nº 48, San Francisco, USA, noviembre 2005. // (Parte IV)
Ballet bajo control. Rev. Danzahoy en español, Nº 49, San Francisco, USA, diciembre
2005. // (Parte V) Una nueva época. Rev. Danzahoy en español, Nº 50, San Francisco,
USA, enero 2006.
La palabra cafishio,
con la que designamos al rufián o proxeneta, proviene del italiano stoccafisso, que significa bacalao seco.
Este término fue tomado del alemán stockfish,
literalmente, pez palo, o sea, bacalao seco.
En
italiano se dice que un individuo “parece un stoccafisso” cuando es rígido y delgado, y nosotros, por comparación,
comenzamos a usarlo a fines del siglo XIX para designar a los rufianes por su andar
tieso y duro. Y de la comparación pasamos a la metáfora. En lugar de decir “fulano
parece un stoccafisso” comenzamos a decir
“fulano es un stoccafisso”. Después, el
término se aclimató y devino en cafishio.
Y de cafishio derivan cafiolo, fiolo, cafirulo, canfinflero, canfle, canfunfa, canflinfa, caferata. Y las formas vésricas: shiofica y fioca. Y fioca, le dio título a este soneto de Celedonio
Flores:
FIOCA
Ha de vestir de negro, si no,
no vale.
Camambuses de hule, medias de
seda,
un lengue en el bolsillo que
sobresale
y un moño que bastante grande
le queda.
El mate bien peinado, con una
onda
que es el gheite, sin grupos,
de sus hazañas...
¡Si por su cabellera sedosa y
blonda
es que tiene los records de su
campaña!
Esperando las cinco de la matina
aguanta hasta que sale la pobre
mina
rengueando descolada del cabaret.
Se mandan un completo si sale
sola;
pero si la percanta sale con
cola
él dice: “¡Que paponia, me hizo
un mishé!”...
"Mala entraña" - tango de Celedonio Esteban Flores