Tangóticos
En lo que respecta a la
literatura, se conoce como narrativa gótica al género
literario donde se entremezclan terror y oscuridad. Se cree que la primera
novela de este género fue «El castillo de Otranto» de Horace Walpole, publicada
por primera vez a mediados del siglo XVIII.
En términos estrictos, el Gótico se
extendió desde 1765 hasta 1820 aproximadamente, aunque casi todos los autores
del Romanticismo del siglo XIX volvieron su mirada hacia él, inspirando algunas de
sus obras más famosas, tales como Frankenstein
o el moderno Prometeo de Mary Shelley
(1818), El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de Robert Louis
Stevenson (1886) y Drácula, de Bram Stoker (1897), quien ha
convertido a su protagonista en el vampiro más famoso.
El mito de Jack el Destripador ha sido el concepto central de varias obras literarias, artísticas y cinematográficas: Jack the ripper, nombre dado a un asesino serial no identificado (Londres, 1888).
Y ahora... 5 tangóticos que vienen a cuento:
Introducción
"... Que te sacarán los ojos""Escribo esto en una siniestra noche en que mi obra ya está lista y mi sueño ha perdido todo atractivo. Una repulsión invencible se apodera de mí."
de un mundo que ahora es mi celdase escucha un trueno que sueldala tierra con lo infinito.Luego el viento como un grito,como un divino reproche,pone a la calma su brochey anuncia la tempestadvejando a la claridad
que se enluta con la noche.
Dejo constancia en mi diarioque en éste, mi consultorio,que ahora es un laboratorio,hecho de humanos despojosacaba de abrir sus ojosquien con tan shiome figuranació de una sepultura.Mi nombre no le daré.De aquí en más lo llamaré:¡La Criatura!
"Si aceptáis otorgarme lo que os suplico, nunca, ni vos ni cualquier otro ser humano, volveréis a verme. Me estableceré en las enormes tierras deshabitadas de América del Sur."
(“Frankenstein”, de Mary Shelley - cap. XVII)
Entre el horror y el espantohago de mi grito un canto:Mi drama es no tener madrey ser engendro de un padreque ahora reniega de mí,y aunque sin nacer nacísin tener siquiera un nombresoy sólo un remedo de hombre,un muñeco desdichado,y si fui galvanizadopor mi padre Frankenstéin,en tangótico vaivén,hoy lo que más me sublevaes ser un Adán sin Eva,tener prohibido el nosotrosy ver amarse a los otros.¡Ver cómo comen perdicesy yo con mis cicatrices!Es por mi figura horribleque nunca seré querible;y hago de mi grito un cantoentre el horror y el espanto:Mi drama es no tener madre.¡Compadre!
Entre alambiques juntó experienciay halló el brebaje del bien y el mal.Hoy a babuchas de su conciencia
va el homo sapiens y el animal.
Ya no es el mismo su consultorio.Ya no hay pacientes que visitar.Ahora es adicto al laboratorio
y hay un cadáver en el placard.
Su yo y su sombra se han separado.Es el galeno o el depravado.
sin darse bola y ese es el guay.Y en la constante del desencuentro
Escucho a un fueye que me asegura
que ya es de noche y es noche oscura.
Hoy su rezongo suena a sirena
que está anunciando que hay luna llena.
Este es el tango que con voz ronca
¡Lucy! ¡Mi Lucy! Que no hay collares
con que se oculten tus yugulares.
Desde hace siglos no siento el hambre
y hoy sólo quiero beber tu sangre.
¡Conde! ¡Mi Conde!¡Mi amor prohibido!Ya desde el día en que la has bebidomi sangre toda te corresponde.Si me has herido,mi flor de anemiano es esta noche lo que me apremia,sino la llama que has encendido.Si algo me quieres,sólo por eso,abre la boca con que me hieresy hoy dame un beso.
El mismo fueye, como si hablara,me está diciendo que es noche clara.Ya no es rezongo, ni es la guadaña.Ni es esa historia de Transilvania.Este es el tango con voz quebradaque ahora le canto a mi enamorada.
¡Quién trajo el ajo!... ¡¡¡Quién trajo el ajo!!!...¡Tan justo ahora, que sin collaresLucy me muestra sus yugulares!
Letra: Luis Alposta - Música: Daniel Melingo - Cantan: Melingo y Fabiana Cantilo
5) “JACK THE RIPPER”
Soy fino, pulcro y muy ordenado.
Visto de oscuro y salgo los martes.
Sólo Picasso me ha interpretado:
yo a las mujeres las quiero en partes.
Mi gran orgullo es mi maestría
(que no se dio por casualidad ).
Yo fui ayudante de anatomía.
¡Lo mejorcito en la Facultad!
Por lo que sigue no se me asuste.
Soy Jack the Ripper pa´ lo que guste.
Ya pasó un siglo y de cuando en cuando
si vuelvo al yeite de destripar,
es porque busco seguir zafando
y hacerle un corte a la Scotland Yard.