
Fue entonces cuando la reina le pidió a uno de sus
generales que organizase un ejército; el que fue derrotado en la batalla del
Puente de Alcolea.
Por otra parte, a la reina Isabel II, vista en las
estampas de la época, se la suele describir físicamente como a una mujer de
rostro mofletudo, con ojos claros e inexpresivos, representando más edad por su
grosura, e inflada por un aerostático miriñaque.
De acuerdo con esta descripción, y con el hecho de haber
presentado batalla, están los que dicen que la Gorda que se armó era ella y no la revolución.
Lo cierto es que a partir de entonces, armarse la gorda pasó
a significar gran alboroto, discusión ruidosa o trastorno político o social.
También se la emplea con previsión de futuro. Es cuando se dice que “se va a
armar la gorda”.
Y digamos, de paso, que otra manera de armarse... es
acertando el gordo de Navidad.
"Gorda" - Tango de Camilo Darthés y Luis Martino - Canta Rosita Quiroga
Pinturas de Fernando Botero - seleción: L.A.