En el siglo XV, en Andalucía, ya se cantaban estos
versos que aluden al instrumento que hoy nos ocupa:
“Bartolo tenía una
flauta
con un agujero solo
y su madre le decía:
tocá la flauta, Bartolo”.
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Pedro de Miranda Dibujo de J. Rodriguez |
Y vayamos ahora al
“rescate” de don Pedro de Miranda.
Este español, que
acompañó a Valdivia a Chile y pasó por el noroeste argentino procedente de
Perú, fue el primer flautista que recuerdan los anales de estas tierras.
En el año 1541,
prisionero de los indios y a punto de ser ejecutado, comenzó a tocar la flauta,
y lo hizo de tal manera que, el propio cacique, llamado Andequín y su hija
María Lamanchaca, decidieron salvarle la vida por sus habilidades musicales.
Terminó enseñándoles a tocar dicho instrumento.
Es en el Libro de pasajeros a
India que leemos: “en ese lugar vivía un español llamado Francisco de Gasco,
quien, meses atrás, había venido a Chile con otros trece compañeros. Éstos
fueron muertos por los indios al llegar al valle de Copiapó. Solamente se salvó
Francisco de Gasco, quien rápidamente supo integrarse en la comunidad india,
casándose con unas nativas. Pues bien, en uno de sus paseos por el pueblo el
asturiano Miranda encontró en una caja dos flautas que uno de los compañeros de
Gasco había traído. Tomando una de ellas, comenzó a tocar, que lo sabía hacer,
y como los principales indios lo vieron, les dio tanto contento esa música, que
le rogaron les enseñase a tocar ese instrumento, y no lo matarían.” Y así fue.
Ahora, a la memoria de
Bartolo y de Pedro de Miranda, vayan estos versos con aires de milonga:
¡AH LA FLAUTA!
¡La gran flauta!
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Pan enseñando a Dafnis a tocar la flauta Mármol, copia romana de un original helénico |
con un aujerito sólo… “
Cuidá la flauta Bartolo
“que la serenata
es larga.”
Estas son las
expresiones
a las que daba
sus sones
una negra que cantaba
y al punto reflexionaba:
-Si fue invento
del dios Pan
no es de extrañar
que haya un pan
al que se lo
llama flauta.
(Y esto ya nos
da la pauta
de que esa mujer
oscura
a más de oscura
era cauta
pues pudo hablar
de la flauta
sin hablar de fiorituras).
¡Fiorituras!… ¡Fiorituras!
Esas que el “tano”
Vicente
sin precisar partitura.
¡Ah la flauta!
¡La gran flauta!
Y recordemos así
lo que esta
historia demanda:
Primero en tañerla aquí
fue don Pedro de Miranda
Primero en tañerla aquí
fue don Pedro de Miranda
al que una flauta
servida
le vino a
salvar la vida.
Prisionero de la
indiada,
la dejó paralizada
a un paso del
linchamiento.
Ya lo iban a
matar,
pero él se puso
a tocar
y lo salvó su
instrumento.
¡Ah la flauta! ¡La gran
flauta!
Letra: Luis Alposta / Música: Juan Carlos "Tata" Cedrón
Letra: Luis Alposta / Música: Juan Carlos "Tata" Cedrón
"¡AH LA FLAUTA!" (aire de milonga)
Canta el "Tata" Cedrón