jueves, 26 de agosto de 2021

GRACIAS A UNA FLAUTA SALVÓ SU VIDA


      En el siglo XV, en Andalucía, ya se cantaban estos versos que aluden al instrumento que hoy nos ocupa:

         “Bartolo tenía una flauta
         con un agujero solo
         y su madre le decía:
         tocá la flauta, Bartolo”.

Pedro de Miranda
Dibujo de J. Rodriguez 
         Y vayamos ahora al “rescate” de don Pedro de Miranda.  
         Este español, que acompañó a Valdivia a Chile y pasó por el noroeste argentino procedente de Perú, fue el primer flautista que recuerdan los anales de estas tierras.
         En el año 1541, prisionero de los indios y a punto de ser ejecutado, comenzó a tocar la flauta, y lo hizo de tal manera que, el propio cacique, llamado Andequín y su hija María Lamanchaca, decidieron salvarle la vida por sus habilidades musicales. Terminó enseñándoles a tocar dicho instrumento.
         Es en el Libro de pasajeros a India que leemos: “en ese lugar vivía un español llamado Francisco de Gasco, quien, meses atrás, había venido a Chile con otros trece compañeros. Éstos fueron muertos por los indios al llegar al valle de Copiapó. Solamente se salvó Francisco de Gasco, quien rápidamente supo integrarse en la comunidad india, casándose con unas nativas. Pues bien, en uno de sus paseos por el pueblo el asturiano Miranda encontró en una caja dos flautas que uno de los compañeros de Gasco había traído. Tomando una de ellas, comenzó a tocar, que lo sabía hacer, y como los principales indios lo vieron, les dio tanto contento esa música, que le rogaron les enseñase a tocar ese instrumento, y no lo matarían.” Y así fue.
         Ahora, a la memoria de Bartolo y de Pedro de Miranda, vayan estos versos con aires de milonga:

¡AH LA FLAUTA!
¡La  gran  flauta!

Pan enseñando a Dafnis a tocar la flauta
Mármol, copia romana de un original helénico
“Bartolo  tenía  una  flauta 
con  un  aujerito  sólo…  “
Cuidá  la  flauta  Bartolo
“que  la  serenata  es  larga.”

Estas  son  las  expresiones
a  las  que  daba  sus  sones
una  negra  que  cantaba
y  al  punto  reflexionaba:
-Si  fue  invento  del  dios  Pan
no  es  de  extrañar  que  haya  un  pan
al  que  se  lo  llama  flauta.

(Y  esto  ya  nos  da  la  pauta
de  que  esa  mujer  oscura
a  más  de  oscura  era  cauta
pues  pudo  hablar  de  la  flauta
sin  hablar de fiorituras).

 ¡Fiorituras!…  ¡Fiorituras!
Esas  que  el  “tano”  Vicente
le  puso  al  tango  incipiente
... y yo intentando "encantar" a una cobra
Agra (India), marzo de 1981
sin  precisar  partitura.

¡Ah  la  flauta!
¡La  gran  flauta!

Y  recordemos  así
lo  que  esta  historia  demanda:

Primero  en  tañerla  aquí 
fue  don  Pedro  de  Miranda
al  que  una  flauta  servida
 le  vino  a  salvar  la  vida.

Prisionero  de  la  indiada,
la  dejó  paralizada
a  un  paso  del  linchamiento.
Ya  lo  iban  a  matar,
pero  él  se  puso  a  tocar
y  lo  salvó  su  instrumento.

¡Ah  la  flauta! ¡La  gran  flauta!

Letra: Luis Alposta / Música: Juan Carlos "Tata" Cedrón


"¡AH LA FLAUTA!" (aire de milonga)
Canta el "Tata" Cedrón