Casi nadie ignora que el verbo afanar proviene del caló, y que, tanto
en lenguaje gitano como en lunfardo, significa robar. Pero no siempre las cosas
se dan así. En ocasiones, en el transplante, la palabra conserva su forma y
pierde su sentido original adquiriendo uno nuevo. Tal es el caso del verbo junar, también heredado del caló, que de
significar oír o escuchar, se lunfardiza y pasa a ser para nosotros sinónimo de
mirar. Y no sólo con el significado de fijar el sentido de la vista sobre
alguien o algo, sino, además y preferentemente, con el de mirar de una
determinada manera; mirar fijamente; atentamente; con cuidado; o con disimulo; de rabo de ojo a un costado; observando;
entendiendo. Y así, junar termina
adquiriendo el sentido figurado de adivinar intenciones, de darse cuenta uno de
algo.
Igual camino, aunque en sentido inverso,
parece haber recorrido la palabra guardare,
que en italiano significa ver, mirar, y que al lunfardizarse, conservando en
parte su forma, deviene en ¡guarda!,
como expresión de aviso, de atención o amenaza.

Junar, fichar y relojear:
distintas formas de mirar, en las que hacer
la vista gorda no cabe.
"El ciruja" - tango de Ernesto de la Cruz y Alfredo Marino
Canta Edmundo Rivero