![]() |
Academia Porteña del Lunfardo, 1974. Frente a su segunda sede en Lavalle 1537. Foto La Nación / Norberto Mosteirín |
El lunfardo, en
sencilla definición, no es más que un repertorio de voces, muchas de las cuales
fueron traídas por la inmigración, para comenzar, después, a desarrollar una
existencia paralela al habla común y terminar, en no pocos casos, siendo
asimiladas por nuestro lenguaje familiar y coloquial.
El 21 de diciembre de 1962, cuando nos
estábamos despidiendo del tranvía, unos hombres amantes del estudio de esas
voces y expresiones populares resolvieron seguir siéndolo, pero de un modo más
enfático y aplicado: fundaron la Academia Porteña del Lunfardo.
Sabiendo que adaptar a nuestra manera
de ser y de sentir no pocos de los vocablos de nuestra “parla madre” (que es el
castellano), y el ir sumando voces a los entresijos del idioma es una tarea de
la que siempre se ha ocupado el pueblo, la Academia adoptó entonces como emblema un farol de
alumbrado público, circundado por un lema que encierra esta elocuente
definición: “El pueblo agranda el idioma”.
En la imagen adjunta se ve a los miembros de la Academia Porteña
del Lunfardo posando en plena calle, frente a la que fue la segunda cede de la Institución (Lavalle
1537). La fotografía fue tomada por Norberto Mosteirín, fotógrafo del diario La Nación , el sábado 8 de
diciembre de 1973 y publicada en la revista cultural de dicho diario, el 27 de
enero de 1974.
Ad testificandum
Luis Alposta
"POEMA NÚMERO CERO" - de Alposta y Rivero
Canta Edmundo Rivero
(Click en el triángulo de play)