jueves, 19 de julio de 2018

¡EL TELÉFONO! ¡LA LUZ! Y ¡EL AGUA! EN VILLA URQUIZA

¡LLEGARON! 

Primero fue el teléfono, después la luz y finalmente el agua


LLEGÓ EL TELÉFONO


Por el año de la fundación -1887- y como experimento de física aplicada, llegaron al  lugar algunas líneas de teléfono de la empresa Gower-Bell, que tenía sus oficinas en Florida 128.
Los primeros teléfonos instalados en el barrio fueron adjudicados a don Manuel R. Canicoba, don José Chittaro y al Corralón de materiales de Mengani, en Triunvirato y Guanacache (actual Roosevelt).

LLEGÓ LA LUZ

El 6 de noviembre de 1889 el Consejo Deliberante autorizó al Departamento Ejecutivo a instalar el servicio de alumbrado público en Villa Catalinas.
En el diario La Nación del 29 de mayo de 1902 leemos: “Ha sido autorizada la compañía de Gas Río de la Plata para prolongar sus cañerías hasta Villa Urquiza, con el objeto  de proveer de alumbrado a esa población”.
A pesar de tales permisos, allá por 1900, la iluminación era precaria ya que se usaban faroles alimentados con kerosén, que cada vecino colocaba y proveía por su cuenta. En 1905, la Sociedad de Fomento adquirió cuarenta columnas de hierro a cincuenta pesos cada una, costeadas por el vecindario y así pudieron colocarse faroles en las principales esquinas.
Los artefactos lumínicos eran encendidos por los faroleros, provistos de escaleras las cuales eran llevadas a cuesta por las calles de nuestro barrio.
Luego llegó el gas y todo fue mejorando. En Bauness y Juramento se conectaron las cañerías individuales y el aspecto y seguridad de las calles cambió en forma evidente.
Más adelante comenzó a aparecer la iluminación eléctrica. Los cables llegaban a Capdevila y de ahí se tomaban los ramales domiciliarios. La Compañía Hispano Americana de Electricidad se inaugura el 1ero. de enero de 1923 con 4.500 abonados.
El 23 de julio de 1960 se inauguró la iluminación con artefactos fluorescentes (luz blanca), en la Av. Monroe, por gestiones de la Asociación de Comerciantes.
Y así fue como el sistema se extendió por todas las calles de Villa Urquiza.

LLEGÓ EL AGUA

Cuando se clausuró el cementerio del poblado, en Monroe y Miller (actual plaza “Marcos Sastre”), se pensó en perforar en la zona pozos, para obtener agua y luego colocar tanques capaces de almacenar el agua necesaria para los núcleos de Villa Catalinas, Mazzini, Ortúzar y Saavedra, entre otros. Se encargó de ello Obras Sanitarias.
          En la calle Lugones (entonces París), se levantó una torre metálica y el municipio comenzó a tender las redes domiciliarias.
Por muchos años el líquido vital usado en la villa provino de tal excavación que, desde ya,  llegaba a la segunda napa. Los planos de Buenos Aires de 1912 referidos a la provisión de agua, indican que por esa época el abastecimiento de agua potable cubría una superficie de casi 300 hectáreas.


"Farol" - tango - Letra: Homero Expósito - Música: Virgilio Expósito
Orquesta: Osvaldo Pugliese - Canta: Roberto Chanel