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Grabado antiguo donde se ve
la aplicación de atutía a un paciente
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El óxido de zinc, en forma de polvo o ungüento, es
utilizado tradicionalmente en medicina por su acción protectora en determinadas
afecciones de la piel. Cubriendo la superficie cutánea inflamada o lesionada forma
una capa que impide la irritación por fricción. Cuando existen excoriaciones y secreciones,
esta sustancia, por su poder absorbente, posee efectos secantes y, en cierta medida,
actúa también como antiséptico y antiinflamatorio. En odontología, combinado con
el eugenol (sustancia esta responsable
del proverbial olor a consultorio de dentista), forma una pasta que es la que se
utiliza como material de obturación provisorio en el tratamiento de las caries.

Atutía devino luego en tutía; y el
dicho popular no hay tutía, con el que se da a entender a alguien que no debe tener esperanzas de
conseguir lo que desea o de evitar lo que teme, proviene de la expresión original
no hay atutía, la que hacía alusión
a la imposibilidad de curar alguna enfermedad.
Por lo tanto, esta expresión no hace
referencia alguna a las hermanas de nuestros padres. Y en esto no hay
tutía.
"No hay tu tía"... y con Sentimiento