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VILLA CAÑÁS, sábado 13 / X / 1984 - Con mi esposa Vicky y su tía, junto a José Martínez Suárez y su hermana Mirtha Legrand |
Después le llegó el tiempo de calzar la gorra con 'visera al revés' y demostrar que
era de los que cuando comienzan a “rodar” están muy bien parados.
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Con José y su hermana Mirtha |
Martínez
Suárez formó parte de ese movimiento no sólo por su capacidad y la solidez de
su formación técnica, sino, también, por ser el suyo un cine representativo de
la problemática social.
Después de haber dirigido “Dar la cara”, y ante la impuesta imposibilidad
de seguir filmando entre nosotros, se radicó en Chile, donde fue director de
Emelco Chilena durante las años 1965/66, fundando al año siguiente su propia empresa
de cortos publicitarios.
Ya
nuevamente en Buenos Aires, filmó “Los Chantas”, una película que nos ofrece
una visión cálida y divertida de los que con personalidad inflacionaria y
gesticulación indexada viven en estado de chantidad.
“Los
muchachos de antes no usaban arsénico”, otra de sus realizaciones, cuyo
argumento de locura y de muerte incorpora al cine argentino la temática del
humor macabro. Y "Noches sin lunas ni soles", una lograda versión del policial negro.
Dedicado,
además, y desde siempre, a la docencia cinematográfica, José también se dio tiempo para llevar a su querida "patria chica" al pentagrama. Honrándome después, partitura en mano, al pedirme que le pusiese letra:
VILLA CAÑÁS
El amor por mi pueblo es profundo
sentimiento que ignora distancias...
No hay lugar más hermoso en el mundo
que el que vio transcurrir nuestra infancia.
Podrá el triunfo batirnos sus palmas
y otros rumbos buscar con anhelo
¡pero nunca los ojos del alma
han de ver un más límpido cielo!
Villa Cañás... En mi canción hecha emoción siempre estarás...
Tierra de fe, trabajo y paz, sur vegetal de Santa Fe.
Lugar feliz, donde nací, donde crecí y eché raíz...
Puesta a volar mi inspiración el corazón torna al hogar
sos mi emoción hecha canción ¡Villa Cañás!
Música: JoséMartínez Suárez
Letra: Luis Alposta
En
octubre de 1984, con él y su hermana viajamos a Villa Cañás, donde pasamos tres inolvidables días. Fue cuando el periódico “El Órden” cumplía y festejaba sus cincuenta años.