La palabra limpio, en sentido figurado,
nos lleva al concepto de alguien “sin culpa”, de alguien que está libre de impurezas
legales. En el siglo XIII ya se hablaba de las almas limpias de pecado y de los
limpios de crimen o de manchas.
Este concepto ha pasado al español
americano y de él al lunfardo, que lo ha utilizado con igual sentido, llamándose
limpio al malviviente que no es conocido por la policía, que ainda no foi preso, como dicen los brasileños,
y que no registra antecedentes.
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Borrando antecedentes |
El verbo limpiar, en lunfardo,
tiene el significado de “hacer desaparecer el prontuario, los antecedentes de un
delincuente”.
Este adjetivo español, limpio, dicho
al revés, o sea al vesre, origina la palabra
piolín. Y de piolín se pasa a piola, con
el significado de persona avispada, astuta, hábil, lista, despabilada, pícara, sin
olvidar que ser un tipo piola es también
ser un tipo avezado y servicial.
El piola, en determinadas circunstancias, es, también, el que sabe quedarse
piola, sin inmutarse, el que permanece
impasible, el que se queda en el molde.
Pero qué pasa con el malandra cuando
deja de ser piola, cuando cae en cana, cuando queda escrachado, cuando debuta dejando antecedentes. Es entonces cuando hace
su aparición el lavandero, el que, si
es un abogado piola, lo habrá de limpiar
de culpa y cargo y hasta lo hará aparecer como una víctima.
Entre tanta mugre, la limpieza está
de moda.
Hoy, tanto se puede cebar un mate
lavado, como correr el alto riesgo de que nos laven el mate, mientras oímos hablar de operaciones bancarias a las que llaman
lavado de dinero.
"Cara
sucia" tango
de Francisco Canaro y Juan Andrés Caruso
Orq. de Fco. Canaro - Canta:Roberto Maida