jueves, 29 de marzo de 2012

ACERCA DE LOS CUERNOS


¿De dónde viene lo de cornudo?
Acteón es convertido en ciervo
En la mitología griega, Artemisa, la virginal diosa de la luna, de los bosques y de la caza, era especialmente venerada por las mujeres, las que creían que a sus favoritas les aseguraba un parto apacible. En su dura existencia, esta diosa, que era hermosa, no le daba lugar al amor, imponiendo a cuantas le rodeaban, hacer lo mismo.
Un día, Acteón, un cazador de Tebas, la sorprendió junto a sus ninfas en pleno baño al aire libre. Seducido por su belleza, no hizo otra cosa más que entrar a fisgonearla, inventar historias y fanfarronear entre sus amigos.
Furiosa por el hecho de que un mortal hubiera visto sus desnudeces y procedido de tal forma, la diosa, sin más trámite, lo convirtió en un ciervo. Un ciervo que terminó lastimándose con sus propios cuernos. A partir de entonces se comenzó a “marcar” de esta manera a los que debían soportar desilusiones a causa de sus mujeres. Y Acteón, si bien no pasó a ser el primer cornudo de la historia, sí, en cambio, pasó a ser el primer cornudo de la mitología.
            Otra explicación, tal vez más lógica, sería ésta: en tiempos de apareamiento, los venados se disputan la posesión de una hembra. La lucha se torna brutal hasta que uno de ellos se la lleva. El derrotado, no sólo ha sido corneado, sino, además, abandonado.
Y esto es lo que se dice del marido cuya mujer ha faltado a la fidelidad conyugal: que ha sido corneado, coronado, adornado, que es un cornudo, un cornelio. Términos que, de más está decir, aceptan el femenino.

"Cobardía" - tango de Charlo y Amadori
por la orquesta de Osvaldo Pugliese - Canta Alberto Morán