LA REAL
ACADEMIA DE LOS MENDIGOS DEL OCIO inició su desperezo el 21 de mayo de 1972.
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Rafael Jijena Sánchez y Luis Alposta |
Después de discutir el proyecto de crear una entidad, con el propósito de propender al cultivo del ocio y el sano humor, se dio por fundada la nueva Academia.
Más tarde, se incorporaron a ella Manuel Augusto Domínguez y
César Tiempo, siendo este último elegido presidente.
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Jorge Alberto Bossio |
En ellos, en el primer artículo, al hablar de la Naturaleza y Realeza,
de los Fines y Confines de la
Academia , dijimos:
1) Invocando los
manes de Jean Batista Basile, y los desmanes de Don Francisco de Quevedo y
Villegas, créase, o no, la Academia de los Mendigos del Ocio, cuya naturaleza
es real y cuya realeza es natural.
2)
Son fines de la
Academia, dar por finalizado desde su comienzo todos los actos conducentes a:
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Juan Oscar Ponferrada |
a.
ponderarse,
promocionarse, postularse, enajenarse y proclamarse.
b.
creerse,
imponerse, promoverse, enloquecerse y proponerse.
c.
difundirse,
atribuirse, exhibirse, confundirse y engrupirse.
3)
Son sus confines
las agrias limitaciones de la vigilia oficiosa, con sus opciones, portones,
paredones y demás odiosos circunloquios.
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Manuel Augusto Domínguez |
Finalmente,
en el artículo tercero, resolvimos que la Academia no podría tener más bienes
que aquellos derivados de la legítima ociosidad de sus componentes. A saber:
horas baldías, bostezos llenos, sueños empedernidos, desperezos metafísicos,
nostalgias bochornosas, gran dignidad jubilatoria y piojos respetuosos de los
derechos del hombre.
Todo ello perezosamente acumulado.
Todo ello perezosamente acumulado.
Luis Alposta
Y ahora, ¡qué mejor que este tango! ¡Y por Pugliese!