Comencemos por su definición: se llama OVILLEJO a la estrofa formada por tres versos que alternan con otros tres de pie quebrado, con los que riman en consonante y van seguidos de una redondilla cuyo último verso se forma a partir de la unión de los tres pies quebrados.
Los
primeros ovillejos conocidos los escribió Cervantes. Concretamente,
en La ilustre fregona y en el capítulo XXVII del Quijote.
Reproduzco uno de ellos:
¿Quién
mejorará mi suerte?
Y el
bien de amor, ¿quién le alcanza?
¡Mudanza!
Y sus
males, ¿quién los cura?
¡Locura!
Dese
modo no es cordura
querer
curar la pasión,
cuando
los remedios son
muerte,
mudanza y locura.
Y aquí, a tres amigos, tres ovillejos al uso nostro:
Faroles,
niebla, fondín.
-Ese es
Joaquín-
Que del diamante a
la pómez,
-Gómez-
la talla como
el que más.
-Bas-
Lápiz,
óleos, aguarrás,
versos,
novelas, pinturas.
¿Capturas
o no capturas?
-Ese es Joaquín
Gómez Bas-
Hombre
entero y sin
revés.
-¡Ese es-
Que le da
lustre al gotán
-don Sebastián-
y a la
milonga engalana.
-Piana!-
La
música ciudadana
sin
grupo le debe
mucho.
Voy
“Silbando” “Sobre el
pucho”:
-¡Ese es don
Sebastián Piana!-
Es pintor,
vate y esteta
-Poeta-
(Y aquí
hay que rimar
con íbal.
-Aníbal-
No queda
otra solución).
-de
Antón-
Profundo es
en la intención
y es
entonado en su
trino
este bardo sampedrino:
-Poeta
Aníbal de Antón-
"Silbando" -tango - Música: Sebastián Piana y Cátulo Castillo
Letra: José González Castillo - Canta: Edmundo Rivero