"La pereza" - Ilustración de Norberto Pagano |
La pereza, uno de los siete pecados capitales, es una tendencia a la ociosidad
o por lo menos a la desidia en la acción. A veces procede de la debilidad corporal,
pero, casi siempre, es una enfermedad de la voluntad que rehuye y rechaza el esfuerzo.
La virtud que se le opone es la diligencia.
Luego que el hombre hubo pecado, el trabajo
fue para él no solamente una ley de su naturaleza, sino también un castigo: “Ganarás
el pan con el sudor de tu frente”. El perezoso, el que no quiere trabajar, falta,
pues, a esa doble ley. Claro que todo esto al perezoso poco le importa, y de ponerse
a cantar, seguramente entonaría una canción como esta:
de no tener
nada que hacer.
Al ocio me confío,
y tal vez por eso,
al mismo tiempo río
y me desperezo.
Remolón y remiso.
La pereza es el único
residuo
que pudimos ligar del
Paraíso.
Por darle un mordiscón
a la manzana,
nos morfamos la cana
y el garrón
de tener que yugar cada mañana.
Pero yo... perezoso,
gandul, poltrón,
haragán, atorrante, fiaca o tumbón,
soy indolente,
soy negligente,
y con mi holganza gozo
en cualquier colchón.
Cargo con gusto el fardo
de no tener
nada que hacer.
Al ocio me confío,
y tal vez por eso,
al mismo tiempo río
y me desperezo.
"La pereza" - de la Cantata sobre Los 7 Pecados Capitales
de Luis Alposta y Pascual "Cholo" Mamone
Canta Roberto Messina - Bandoneón Sebastián Zasali
Teatro Nacional Cervantes, 24 de abril de 2013