Enrique Santos Discépolo, el autor de tangos memorables como Cambalache, Yira Yira, Chorra, Cafetín de Buenos Aires, Uno, y muchos más; el que se pregunta “¿Qué
sapa, señor?”, y el que nos dijo que "la
tierra está maldita y el amor con gripe
en cama", al morir, dejó entre sus papeles dos letras inconclusas. Homero Espósito
fue quien las terminó. Y esas dos letras pasaron a ser los tangos: Fangal y Un tal Caín. Este último, en el borrador escrito por Discépolo figura
con el nombre de Fratelanza.
Me pidió la escalera
prestada
pa’ subir hasta
donde llegó,
cuando estuvo afirmao
en el techo
¡me dio una patada
en el alma y rajó!
Yo estaba en la
bolsa
rasguñando costuras
y él tirándose el
lance de la transfusión;
y yo tengo tres
glóbulos rojos
y ¡ojo!, que uno
de ellos en observación.
Lo encontré patinando
en el hielo
de una noche de
frío feroz,
de tornillo apretado.
Me lloró el folletín
de los tanos;
Yo lo llamé ¡Hermano...!,
y nos fuimos pa’
casa los dos.
Ya a las cuatro
horas,
pa’ mi vieja era
el hijo mejor.
Yo dormí en la cocina
tirao
y él durmió en mi
pieza con calentador.
Todo el inventario
nos piantó completo,
¡pero Dios castiga
con justa razón!
De los glóbulos
rojos que tengo
se llevó el celeste, con la observación
se llevó el celeste, con la observación
"Fangal" tango - Letra y música: Enrique S. Discépolo y Homero y VirgilioExpósito Canta Edmundo Rivero
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