No obstante los evidentes vínculos que posee con
las más profundas esencias de la música de los negros afroamericanos -algo en común
con el tango-, el rock es en realidad el resultado de la adaptación de esas fuentes
a una concepción y a una estética ‘blanca’, lo que generó las primeras actitudes
públicas de rechazo, como las que suelen darse entre algunos tangueros que no creen
en el oído absoluto de Charly García.
Esta síntesis de raíces musicales plurales, como
las que tuvo el tango en los Corrales Viejos, hallaría su ídolo fundacional a mediados
de los años cincuenta en la figura de Elvis Presley.
Entre nosotros, el fenómeno no fue ajeno, y ya entrados
en el dos mil, no nos resulta extraño que un histórico del rock nacional se presente
en una misma actuación con una folklorista o cante tangos ‘a su manera’ recordando
un título de Paul Anka.
Y no deja de ser emblemático el hecho de que en
la vereda del café O’Rondeman, en la esquina de Humahuaca y Agüero, donde comenzó
el destino canoro de Carlos Gardel, Luca Prodan haya escrito y nos haya dejado su
Mañana en el Abasto.
Sumo
Luca Prodan - Voz
Diego Arnedo - Bajo y coros
German Daffunchio - Guitarra y coros
Ricardo Mollo - Guitarra y coros
Roberto Pettinato - Saxo tenor
Alberto "Superman" Troglio - Bateria