Al tiempo, y ya “rebautizado” Acho
Manzi, cumpliendo puntualmente con las leyes de Mendel, aquel recién nacido llegó a pibe y comenzó sus estudios de piano, no tardando en manifestar, no sólo en la música sino también en las letras de memorables tangos, su talento. Títulos como El último organito, su primer tango -con letra de Homero, su padre-; Rivera Norte y Saint Tropez dos temas que llevan, también, música suya; Brigite de Olivos, Padre y Nocturno Sebastián, entre muchos otros, dan fe de ello.
Pero hoy, en un nuevo aniversario de su partida (fue el 27 de julio de 2013) quiero recordar, también, al Acho que
hizo la colimba en la Antártida ;
al que “la transpiró” en Añatuya y en un obraje de Misiones; al cineasta; al Acho
hogareño; al Acho papá y al entrañable amigo. Al que se destacó siempre por su bonhomía,
su generosidad y buen humor, con un
profundo sentido de la vida.
Al entrañable amigo que se lo extraña. ¡Y mucho!
"El último organito" - de Acho y Homero Manzi
Por la orq. de Aníbal Troilo - Canta Edmundo Rivero
Por la orq. de Aníbal Troilo - Canta Edmundo Rivero