jueves, 19 de octubre de 2023

EL “ASEO” EN EL LUNFARDO Y LA JUSTICIA

 (El boga, el lavandero y el ave negra)   

La palabra ‘limpio’, en sentido figurado, nos lleva al concepto de alguien “sin culpa”, de alguien que está libre de impurezas legales. En el siglo XIII ya se hablaba de las almas limpias de pecado y de los limpios de crimen o de manchas.

Este concepto ha pasado al español americano y de él al lunfardo, que lo ha utilizado con igual sentido, llamándose limpio al malviviente que no es conocido por la policía, que ainda no foi preso, como dicen los brasileños, y que no registra antecedentes.

El verbo limpiar, en lunfardo, tiene, además del significado de ‘matar’, o ‘desplumar’ a alguien, el de “hacer desaparecer el prontuario, los antecedentes de un delincuente”. 

Este adjetivo español, limpio, dicho al revés, o sea al vesre, origina la palabra piolín. Y de piolín se pasa a piola, con el significado de persona avispada, astuta, hábil, lista, despabilada, pícara, sin olvidar que ser un tipo piola es también ser un tipo avezado y servicial.

El piola, en determinadas circunstancias, es, también, el que sabe quedarse piola, sin inmutarse, el que permanece impasible, el que se queda en el molde.

Pero qué pasa con el malandra cuando deja de ser piola, cuando cae en cana, cuando queda escrachado, cuando debuta dejando antecedentes. Es entonces cuando hace su aparición el lavandero (El boga (lunf.) Apoc. y afer. de Abogado), el que, si es un abogado piola, lo habrá de limpiar de culpa y cargo y hasta lo hará aparecer como una víctima.

Y esto, sin olvidar que el autor del primer diccionario del lunfardo, “El idioma del delito” (1894), fue el Dr. Antonio Dellepiane (29 / X / 1861 – 22 / VI / 1939), reconocido abogado, historiador y profesor en la Facultad de Derecho. 

Fue una época en que a los abogados que vestían de negro y no gozaban de buena fama se los llamaba jocosamente “Ave negra”.

Y “Ave Negra” dio título a dos tangos. El primero de ellos, instrumental, fue escrito por Alberto López Buchardo en 1918.  Y el segundo, con letra de Dante A. Linyera (Francisco Bautista Rímoli) y O. Cruz Montenegro , en 1929.

Te junás los Tribunales y los tornos judiciales
como manyan los jacoibos los remates de ocasión.

Recordemos también que hay tangos a los que el sector legal no le es ajeno, con letras que aluden o están dirigidas a un juez de turno y/o tribunales de Justicia, ofreciéndonos una perspectiva única de la percepción que el imputado tiene o pueda tener sobre la actuación de un penalista y, mucho más, la de un juez. Tangos que nos ofrecen crónicas sobre muchos aspectos de la vida, incluida la ley.

Tangos como:

"Ladrillo" de Juan Andrés Caruso

Allá en la Penitenciaria
Ladrillo llora su pena,
cumpliendo injusta condena
aunque mató en buena ley.
Los jueces lo condenaron
sin comprender que Ladrillo
fue siempre bueno y sencillo,
trabajador como un buey
……………………………

“Sentencia” de Celedonio Fflores

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Y piense si aquella noche, cuando oí que aquel malvado
escupió sobre sus canas el concepto bajo y cruel,
hombre a hombre, sin ventaja, por el cariño cegado,
por mi cariño de hijo, por mi cariño sagrado,
sin pensar, loco de rabia, como a un hombre lo maté.

Olvide usted un momento sus deberes
y deje hablar la voz de la conciencia...
Deme después, como hombre y como hijo,
los años de presidio que usted quiera...

Y si va a sentenciarme por las leyes,
aquí estoy pa'aguantarme la sentencia...
pero cuando oiga maldecir a su vieja,
¡es fácil, señor juez, que se arrepienta!

Y eso, sin olvidarnos del libro “El Gaucho Martín Fierro”, escrito por José Hernández (1834-1886), del que, por venir a cuento, extracto este consejo dado por el Viejo Vizcacha:

Hacete amigo del juez,
no le des de qué quejarse
y cuando quiera enojarse
vos te tenés que encojer
Pues siempre es bueno tener
palenque ande ir a rascarse
. 

    Y ahora, a manera de colofón, retrotrayéndonos al tiempo en que los estudiantes universitarios festejaban su día con la llegada de la primavera, recordemos el memorable tango escrito por Eduardo Arolas en 1916, dedicado a los estudiantes de Derecho. 

                ¿Su título?: “Derecho Viejo”.


"Derecho Viejo" - por la Orquesta de Juan D'Arienzo