jueves, 1 de febrero de 2018

EL AGNÓSTICO

Trabajaba, como lo hacía todas las tardes, en su laboratorio.
Al abrir la ventana, no reparó en un mamboretá que fue a caer dentro de la probeta.
En pocos minutos, el insecto alcanzó un tamaño tal, que acabó por romper el recipiente.
La sorpresa le abrió la boca.
Ante su asombro, la mantis seguía creciendo y lo contemplaba en actitud hierática.
Un súbito recuerdo de la infancia le sugirió una salida.
Con un hilo de voz, apenas alcanzó a preguntar:
- Mamboretá, ¿dónde está Dios?

Música:
"Una furtiva lágrima"
por NINA MOUSKOURI