jueves, 29 de abril de 2021

ACERCA DE UNA CHACARERA LUNFA

        La tradición oral nos dice que la chacarera nació en Santiago del Estero, más precisamente en Salavina. El hecho de que haya algunas con letras escritas en quichua santiagueño, es algo no desestimable a la hora de atender a esta teoría.
               La mención más antigua que se registra sobre esta danza fue hallada por Isabel Aretz, en las "Memorias de Florencio Sal", publicadas en Tucumán (en abril de 1913). En este libro se dice que la chacarera se comenzó a bailar en el noroeste de la Argentina, especialmente en la provincia de Santiago del Estero, y que hacia 1850 se bailaba en Tucumán.
            Su nombre proviene del vocablo «chacarero», ‘trabajador en una chácara o chacra’ (chakra: ‘maizal’, en quichua santiagueño), porque generalmente se bailaba en el campo, aunque lentamente hizo avance y llegó a las ciudades.
            Pero aquí la historia que nos ocupa es otra.
            Fue en septiembre de 1986, en Coghlan, como respuesta a la sugerencia de un vecino que me invitó a escribir una chacarera “en lunfardo”. Y la escribí.
            ¿El tema? Un santiagueño que nos habla de su viaje a Buenos Aires, de su aclimatación al ambiente tanguero y de su fidelidad al pago.
            El vecino de la sugerencia fue Horacio Guarany.
            ¡Y se va la primera!

"Chacarera lunfa" - Letra de Luis Alposta (1986)  - Música de Aldo Videla
Canta Carlos César


CHACARERA LUNFA

Aunque mi parla es diquera
-lo está anunciando el rasguido-,
junen que a la chacarera,
muchachos, nunca la olvido.

En un tren de trote tardo
a Buenos Aires bajé,
y entre el gotán y el lunfardo
debute me aquerencié.

No piensen que es un renuncio
si es que cambié de tonada,
que igual las “eses” pronuncio
y aquí no ha pasado nada.

Siempre recuerdo a mi gente
y el canto de los coyuyos,
aunque role en otro ambiente
y haya cambiao mi chamuyo.

En el amor no ando en llanta.
Transito la misma costa.
Sigue siendo mi percanta
una santiagueña posta.

Cuando estoy con la viaraza
y empiezo a darme manija,
la bombacha bataraza
la saco de la valija.

Y si hoy mi parla es canchera
y un poco me aporteñé,
junen que a la chacarera,
muchachos, no la olvidé.

L. A.