Frankenstein o el moderno Prometeo, la inmortal novela de la escritora inglesa Mary Shelley, comenzó a gestarse durante el verano boreal de 1816. Durante ese terrible año, Mary y su marido Percy Bysshe Shelley hicieron una visita a su amigo Lord Byron que entonces residía en Villa Diodati, Suiza.
Todo comenzó la noche, en que después
de la lectura de una antología alemana de historias de fantasmas, Byron retó a
los Shelley y a su médico personal John Polidori a componer, cada uno, una
historia de terror. Fue entonces cuando Mary concibió una idea: idea que fue el
germen de la llamada a ser la primera historia moderna de
ciencia ficción y una excelente novela de terror gótico.

“DEL DIARIO DE
VÍCTOR FRANKENSTEIN”
Escribo esto
en una siniestra noche en que mi obra ya está lista y mi sueño ha perdido todo atractivo.
Una repulsión invencible se apodera de mí.
En la bulliciosa calma Dejo constancia en mi diario
de un mundo que ahora es mi celda que en éste, mi consultorio,
se escucha un trueno que suelda que ahora es un laboratorio,
la tierra con lo infinito. hecho de humanos despojos
Luego el viento como un grito, acaba de abrir sus ojos
como un divino reproche, quien con tan shiome figura
pone a la calma su broche nació de una sepultura.
y anuncia la tempestad Mi nombre no le daré.
vejando a la claridad De aquí en más lo llamaré:
que se enluta con la noche. ¡La Criatura!
Luis Alposta
"DEL DIARIO DE VICTOR FRANKENSTEIN"
Letra: Luis Alposta - Música: Acho Estol
Letra: Luis Alposta - Música: Acho Estol
La Chicana - Canta: Dolores Solá
Estoy terriblemente solo, nadie quiere compartir mi vida; es imposible que nos separemos sin que prometáis concederme lo que os pida. Sólo una mujer tan monstruosa y deforme como yo estaría dispuesta a concederme su amor; una mujer que fuera en todo semejante a mí, que poseyera incluso mis defectos.
Si aceptáis
otorgarme lo que os suplico, nunca, ni vos ni cualquier otro ser humano, volveréis
a verme. Me estableceré en las enormes tierras deshabitadas de América del Sur.
O sea que, si la Criatura a la que
solemos llamar Frankenstein, le echó el ojo a la Patagonia, bien pudo haber
cantado por milonga estos versos:
“FRANKENSTEIN”
(tango)
Entre el
horror y el espanto
hago de mi
grito un canto:
y ser
engendro de un padre
que ahora
reniega de mí,
y aunque
sin nacer nací
sin tener
siquiera un nombre
soy sólo un
remedo de hombre,
un muñeco
desdichado,
y si fui
galvanizado
por mi
padre Frankenstein,
en
tangótico vaivén,
hoy lo que
más me subleva
es ser un
Adán sin Eva,
tener
prohibido el nosotros
y ver
amarse a los otros.
¡Ver cómo
comen perdices
y yo con
mis cicatrices!
Es por mi
figura horrible
que nunca
seré querible;
y hago de
mi grito un canto
entre el
horror y el espanto:
Mi drama es
no tener madre.
¡Compadre!
Luis Alposta
"FRANKENSTEIN" - Letra: Luis Alposta - Música: Acho Estol
La Chicana - Canta: Dolores Solá
La Chicana - Canta: Dolores Solá