La ginebra es una bebida espiritosa que se hace con alcohol de semillas,
aromatizado con las bayas de un arbusto llamado enebro. Y la palabra ginebra
proviene del latín iuniperus que quiere decir, precisamente, enebro.
La mitología nos cuenta que cuando Jasón, el
argonauta, salió en pos del Vellocinio de Oro, debió contar para esa empresa
con la ayuda de Medea. Y de ésta, que además de maga era astuta, se dice que al
dragón que custodiaba tal tesoro lo hizo dormir tocándolo con una rama de
enebro. Aquí, lo que la mitología parece estar sugiriendo a través de un
símbolo, es que al mentado dragón, después de aquel “toque”, no le quedó más
opción que echarse a dormir la mona.
Del ajenjo, también una bebida
espiritosa, nos dice el señor Larousse que se trata de un licor alcohólico
aromatizado con una planta medicinal, amarga y aromática, de igual nombre. Y a
continuación nos aclara que su abuso puede conducir a la locura y a la muerte.
En este caso, haber optado por el pernod [1]
o el suissé [2]
hubiese sido lo mismo, dado que en tiempos del ajenjo los tres remitían a la
misma botella. Y dicho esto, aclaro: ajenjo era el nombre de la bebida; pernod, el nombre de los fabricantes,
los hermanos Pernod; y suissé,
pronunciada erróneamente como palabra aguda, era, con grafía francesa, Suiza,
país de origen de esta bebida. O sea, ajenjo, pernod y suissé: tres
lecturas distintas de una misma etiqueta.
[1]
… Carancanfunfa se hizo al mar con tu bandera / y en un pernod
mezcló a París con Puente Alsina… “El
choclo” – tango de Ángel Villoldo – Enrique Santos Discépolo / Juan
Carlos Marambio Catán.
[2]
…Vamos que en sus aventuras / viví una locura
de amor y Suissé… “El pescante” –
tango de Sebastián Piana y Homero Manzi.
"Copa de ajenjo" - tango de Carlos Pesce y Juan Canaro
Canta Ángel Vargas