
Su poesía, síntesis interpretativa de los conflictos y tensiones de los que
laburan, de los postergados y humillados, es comprensión. Y tal comprensión es
infrecuente.
Álvaro Yunque, uno de los integrantes más representativos del grupo de
Boedo, en su auténtica condición de lírico, fue el feliz habitante de una
zona humana y geográfica abierta a la poesía.
Lo conocí en 1963, en la Academia Porteña del Lunfardo.
Yunque vivía en el 8ª B de Coronel Díaz 1782, rodeado de libros y de
cuadros, entre los que recuerdo un Bruzzone y un Alonso que lo retrataban
fielmente.
A ese domicilio concurrí, más de una vez, invitado por el autor de “Barcos
de papel”, a comer “tallarines a la lunfarda” que él mismo cocinaba. Cuando le
pedí la receta, se limitó a decirme que el secreto consistía en recitar
determinados versos “rantifusos” durante la preparación de la salsa. Lo creí
entonces, y aún hoy lo sigo creyendo.
Ahora, desde que cambió de barrio, ya no nos invita a comer tallarines y
pasea por calles más altas que las de Boedo.
A YUNQUE
(Historia
de una A familiar)
Adán, el Arquitecto
que construyó la Catedral de Mar del Plata,
cuyo apellido era Gandolfi,
Y llegaron los hijos
-los Gandolfi Herrero-
que fueron siete:
Arístides, el primogénito,
el que, entre versos de la calle
y barcos
de papel,
pasó a ser Álvaro para siempre.
Ángel, que firmaba Walk
e inventó el radio-teatro
con Olga Casares Pearson.
Augusto que lo conservó como médico
y en las coplas fue Juan Guijarro.
Ada, la inteligente,
que murió joven y era hermosa.
Alejandro, el silencioso,
y Alcides, el menor,
a quien los guantes de boxeo
no le impidieron escribir Nocau Lírico.
Arístides, el primogénito,
cuyos años fueron noventa y dos,
estaba casado con Alba,
la que le dio dos hijos:
Adalbo Augusto y Alba,
como ella.
Arístides, que se llamaba Álvaro Yunque,
fue quien me contó una tarde
la historia de esta A familiar,
mientras las demás vocales fruncían el ceño.
Hoy, el que la firma
es su Amigo Alposta
y en la coincidencia está mi homenaje.
4 de
marzo de 1982
"Boedo" tango - de Julio De Caro
y Dante A. Linyera