jueves, 4 de septiembre de 2014

Acerca de un soneto pretanguero de Rubén Darío

    
          En el tango, el nombre de la capital de Francia lo encontramos en no pocos títulos. Y vayan como ejemplos: La que murió en París; Anclao en París; Araca París; Canaro en París y Siempre París. A éstos podrían sumarse títulos afines, como: Francesita; Griseta; Mimí Pinsón; Claudinette; Madame Ivonne; Margarita Gauthier... 
            Lo cierto es que podrían citarse muchos poetas "francesistas" y, entre los que se dieron el gusto y bebieron champán, no podemos dejar de nombrar a Rubén Darío, quien al hablar de su trayectoria poética en el poema inicial de Cantos de vida y esperanza (1905), sintetiza sus principales influencias afirmando que fue "con Hugo fuerte y con Verlaine ambiguo". Él, el lírico Rubén, que con la anécdota, el espíritu y el alejandrino francés de su soneto a Margarita, escrito en 1888, bien podría ser considerado el precursor de las letras de tango. Y pruebas al canto:       
Portada de la edición de 1885
dibujada por Albert Lynch

MARGARITA

Recuerdo que querías ser una Margarita
Gauthier. Fijo en mi mente tu extraño rostro está,
cuando cenamos juntos en la primera cita
de aquella noche alegre, que nunca volverá...

Tus labios escarlata, de púrpura maldita,
sorbían el champaña del fino baccará.
Tus dedos deshojaban la blanca margarita:
Si...! No... ¡ Si...! No... Y sabías que te adoraba ya.

Después... ¡oh flor de histeria! Llorabas y reías.
Tus besos y tus lágrimas tuve en mi boca, yo.
Tus risas. Tus fragancias. Tus quejas eran mías.

Y en una noche triste, de los más tristes días,
la muerte -la celosa...!- por ver si me querías
como a una margarita de amor, te deshojó...





"Margarita Gauthier" - tango - Letra de Julio Jorge Nelson
Música de Joaquín Mauricio Mora - Canta Raúl Berón