jueves, 30 de noviembre de 2017

ACERCA DE LAS MUCHAS COSAS QUE SE PUEDEN TOMAR

En casa de Enrique Cadícamo - Octubre de 1981
     A la hora de “tomar”, no sólo se trata de beber o de tomar a alguien de la mano. En este caso, es importante tomar en consideración los distintos sentidos, significados o acepciones del verbo en cuestión.
Repasemos algunos y veamos cómo los no confianzudos y los abstemios, sin proponérselo, pueden llegar, también, a tomárselo todo: uno se puede tomar las cosas a pecho o se las puede tomar a risa. También se puede tomar la vida en solfa o tomársela en serio, así como se puede tomar el tiempo, tomar el toro por las astas o tomar el rábano por las hojas.
Centurión escanciando vino de Pompeya
          Se puede tomar de gil; tomar de otario; tomar de punto; tomar el pelo; tomar para el churrete; tomar para el fideo; tomar para la chacota; tomar en joda; tomar para la farra, tomar para la derecha, tomar para el lado de los tomates o tomarse un resuello.
Uno podrá, también, tomar frío, tomar mate, tomar aire, tomar distancia, tomar asiento, tomar envión o tomar un taxi; tomarse el olivo, tomarse el aceite, tomarse el piro, tomarse el espiante, tomarse el raje, tomarse el buque, tomarse el Conte Rosso, tomarse las de Villadiego o, simplemente, tomárselas.
En resumen: evitar tomar una cosa por otra.
Y si aquí hay un cuento que viene a cuento ese es Casa tomada, de Cortázar; pero si hablamos de tango, el que se impone es Tomo y obligo.


"Tomo y obligo" - Tango - Canta Carlos Gardel
Letra: Manuel Romero - Música: Carlos Gardel
Escena de la película "Luces de Buenos Aires"

jueves, 23 de noviembre de 2017

ACERCA DE LA NADA



            La nada es ninguna cosa o la negación absoluta de las cosas. La nada es nada. Es el no ser o la carencia total de todo ser. La nada es una entelequia. Es algo que tiene principio y fin en sí mismo. Es la rigurosa ausencia del todo y, en cuanto es, ya es algo: nada.  Nada también significa poco o muy poco de algo, y lograr algo con un cacho de nada siempre es mucho más importante que querer hacerlo todo, amodorrarse en la intención y no hacer nada.
De ahí la creación, con poco y nada, de dos populares expresiones, tan simples como frutales, que mucho tienen que ver con la palabra que nos ocupa: ¡no pasa naranja!, en lugar de decir ¡no pasa nada! y largar durazno a alguien, con el significado de no darle nada.
Otro ejemplo de lunfardización de la palabra nada, esta vez recurriendo a un término de origen vasco, lo encontramos en quien no dice esta boca es mía, en quien se calla y no dice nada, o sea, en aquél que no dice ni mus
Pero entre todas las expresiones populares que aluden a la nada, tal vez la más próxima a su real sentido sea la que da forma al adverbio de negación no tener ni medio. Sobre todo, cuando se la dice durante los treinta días del mes. 
"El jubilado" - Letra (1968) : Luis Alposta 
Musicalizado y grabado por Edmundo Rivero
con Orq. de Raúl Garello - (Sello Philips, 1971)
"El jubilado" - Grab. por Osvaldo Pugliese - Canta Abel Córdoba 
((Sello Emi-Odeón, 1976)
            

jueves, 16 de noviembre de 2017

ACERCA DE ENRIQUE HORACIO PUCCIA

(Bs. As. 14 de noviembre de 1910 - 26 de septiembre de 1995)


Matasello emitido por Correo Argentino
Dibujo de Luis Alposta (h)

La expresión “maestro”, tan difundida, sólo recupera su verdadero significado, el cabal contenido de idealismo y de conducta que la hicieron respetable y respetada, de aplicarse a personalidades como la de Enrique Horacio Puccia, quien enseñaba por lo que hacía, por lo que decía y por lo que inspiraba.
Su obra ha sido la de un historiador enamorado de su barrio, Barracas, y de la ciudad toda. Sus libros, de consulta obligatoria, son de apasionante interés para todos los que busquen ahondar en la historia de Buenos Aires.
La Historia cotidiana, doméstica -o como quiera llamársela- en él dejaba de ser una simple disciplina de inventario para convertirse en el “camino diario” hacia un palpitante ayer histórico. La suya ha sido siempre la postura de un iniciado que supo arrancarle al tiempo profundos secretos. Fue un historiador nato que ha sabido reforzar su don de observación de las costumbres y tradiciones porteñas mediante el estudio y la investigación seria.
Matrimonios Puccia, Besada y Alposta 
Sábado 14 / VI / 1986 - En viaje "especial" en "subterráneo" * de Almagro al Puerto.
  
De lo mucho y bueno que le debemos, acaso lo más importante sea que, junto a Ricardo M. Llanes y a Antonio J. Bucich, haya logrado hacer de la llamada “historia menuda” una importante herramienta sociológica.
          Su prestigio lo llevó a presidir la Junta Central de Estudios Históricos de la Ciudad de Buenos Aires, entre 1980 y 1995, institución de la que fue uno de sus miembros fundadores.
La obra de Puccia nos permite conocer a la ciudad toda, desde su trama más íntima y reveladora, transportándonos al tiempo de Villoldo, hablándonos de "Barracas en la historia y en la tradición" y de una Buenos Aires a la que amó entrañablemente.
Por eso el Día del Historiador Porteño (14 de noviembre) fue instituído en homenaje a él.
Además de sus méritos intelectuales, Enrique tenía otros títulos más íntimos a nuestra consideración y a nuestro afecto. Su sentido de la amistad, su trato amable y cordial, nos lo hacían particularmente dilecto.
Su presencia deparaba siempre las más gratas sorpresas. Se le veía llegar con el rostro sonriente y de inmediato nos atrapaba con su conversación, en la que no faltaba la anécdota sabrosa, la referencia erudita, la evocación de un tiempo en la que la ciudad toda era canto.
Así lo recuerdo.



Fue el 31 de agosto de 1982. Acababa de finalizar el Segundo Congreso de Historia de los Barrios Porteños y los Amigos del Café Tortoni decidieron homenajear a Enrique Horacio Puccia, presidente entonces de la Junta Central y del mencionado Congreso, entregándole la “Orden del Pocillo”.
Aquella noche le dediqué este soneto:

 A PUCCIA

Hoy me asiste el deseo y la esperanza
frente a una hoja en blanco que me acucia
de lograr un soneto fratelanza
sin espamento alguno y sin argucia.

No es mi intención plasmar una semblanza
ni buscar esa rima casquilucia
que al remate me lleve sin tardanza
haciendo de un soneto una minucia.

No hace falta caer en alharacas.
Que aquí el punto es Enrique, el de Barracas,
a quien Quinquela le entregó el "tornillo"

por gomía y troesma roncoroni
y al que hoy toda la barra del Tortoni
lo agasaja y le entrega su "pocillo". 

 Luis Alposta

HISTORIA DEL TUNEL:

El túnel de vía única, por donde circula esta línea, comenzó a construirse en 1912 y fue inaugurado en 1916 como ramal de 5 Km de extensión entre las estaciones Once y Madero. Corría a 28 mts. de profundidad, por debajo de la línea de subterráneos de la actual línea A; trazado que hoy se utiliza. Era un tren de vapor destinado al transporte de cargas de mercaderías portuarias.. Sólo entre 1949 y 1950 funcionó allí un tren para pasajeros que tuvo que ser clausurado porque el humo de las máquinas ponía al borde de la asfixia a los que se ocupaban del mantenimiento de las vías.


"El cuarteador" - tango - Letra: Enrique Cadícamo - Música: Rosendo Luna (seudónimo de E. Cadícamo) - Canta: Ángel Vargas - Orquesta: Ángel D'Agostino

jueves, 2 de noviembre de 2017

ACERCA DEL "OK"

En linguística moderna, se llama acrónimo a una sigla que se pronuncia como una palabra  -que por el uso acaba por incorporarse al léxico habitual en la mayoría de casos-, tal como ocurre con OK (Okey), locución que proviene del inglés estadounidense y se usa con el significado de “está bien”, “de acuerdo”, para indicar conformidad. ​
En lo referente a su significado y origen, entre una treintena de propuestas, está la que nos dice que deriva de las iniciales de las palabras Oll Korrect (deformación fonética del inglés all correct), “todo bien”, “todo correcto”.

El antecedente más antiguo de este término data de 1815, registrado en el diario manuscrito de William Richardson, que viajaba de Boston a Nueva Orleáns un mes después de la batalla de Nueva Orleáns:

Arrived at Princeton, a handsome little village, 15 miles from N Brunswick, ok & at Trenton, where we dined at 1 P.M.”

La primera vez que esta sigla, o.k.,  apareció en letras de imprenta, fue el 23 de marzo de 1839 en el periódico Boston Morning Post, cuya autoría es atribuida a su editor, Charles Gordon Greene, en el siguiente texto:

… The "Chairman of the Committee on Charity Lecture Bells," is one of the deputation, and perhaps if he should return to Boston, via Providence, he of the Journal, and his train-band, would have his "contribution box," et ceteras, o.k. -all correct—and cause the corks to fly, like sparks, upward.

Entre las muchas etimologías propuestas, rescato la que nos dice que viene del griego ola kala, que significa “todo está bien”. Palabras que, bien pudieron haber sido pronunciadas por Sócrates después de decirle a Critón que no olvide de pagarle un gallo a Asclepio.

No habiendo encontrado un tango titulado "OK", 
aunque no venga a cuento, 
opto por los "Titulares" de aquel día de 1995. ¿Okey?