domingo, 14 de junio de 2020

ACERCA DE LAS DISTINTAS MANERAS DE "VOLAR"


   No son pocas las expresiones metafóricas que solemos "tomar al vuelo". Sin pretensión de agotar la lista, veamos algunas:

Volar: irse con prontitud, desaparecer rápida e inesperadamente. // Hacer saltar con violencia o elevar en el aire algo, especialmente por medio de una sustancia explosiva. // Estar bajo los efectos de una droga alucinógena.
Volar bajo: perspectiva (visión) poco clara sobre las cosas.
Agronomía - sábado 26 / IX / 2004, a las 12,45
con brisa del sudoeste ideal para el vuelo
Volar alto: en un sentido positivo puede significar 'tener éxito'; también, darse aires de importancia. Una variante de esta expresión puede ser: irse para arriba
Dejar volar la imaginación: 
ensoñación, fantasías, libertad de pensamiento en lo referente a crear. 
¡Volá de acá!:
expresión de carácter imperativo, en contextos en los que el hablante se encuentra enojado y quiere que su interlocutor se vaya del lugar donde se encuentra.
Al vuelo: entender, comprender rápidamente algo que no se ha dicho en forma clara o que se ha hecho ocultamente: “cazar al vuelo”.
A vuelo de pájaro:  estimación dada en forma superficial.
Alzar o levantar vuelo: marcharse de repente; escapar.
Volársele a uno las chapas: perder el cabello; quedar calvo.
Volársele a uno los pájaros: enojarse, montar en cólera.
Volarse la tapa de los sesos: pegarse un balazo en la cabeza.
Estar que vuela: tener alta temperatura; tener mucha fiebre; estar volando de temperatura. // También se asocia con el enojo: está que trina.
Estar volado: estar drogado.
Volando: hacer las cosas con gran prontitud y ligereza.
Pasar volando: referente al paso del tiempo.
Estar volando: no atento; estar distraído; estar en la nubes; estar en babia.
Ir o venir volando: apuro en una situación determinada; urgencia que se tiene en irse o en llegar.

EL AVIADOR 

Sin saber nada de aviones                             Y así, volando… volando… 
y pretendiendo volar                                     con maquinaria caduca,
se le vino a dar la cosa                                  perdió brújula una noche  
cuando se acercó al hangar.                          y se encomendó a San Tuca.

El debut lo hizo de un saque.                        Y al igual que el Principito    
Le metió para adelante                                  hoy vive en otro planeta. 
y sin pensarlo dos veces                               No quedando rastro alguno  
se mandó un vuelo rasante.                           ni de él ni de su avioneta.

Cuando consiguió el brevet
tras pocas horas de vuelo,                                               Letra: Luis Alposta 
era difícil hallarlo                                                             Música: Acho Estol
con los dos pies en el suelo. 

"EL AVIADOR" -  cumbia - Letra: Luis Alposta / Música: Acho Estol 

jueves, 11 de junio de 2020

ACERCA DE LA FIEBRE


     La fiebre, denominada la “reina de los síntomas”, según antiguos textos médicos védicos surgía del enfado del dios Siva.
         En Roma, en los altos del Quirinal había, entre otros, un templo dedicado a la diosa Febris, sin olvidar que Februs, el dios de la purificación, y también de la fiebre, era un dios de origen etrusco que fue identificado posteriormente con Plutón.
         Febrero es etimológicamente el mes de la fiebre, viene del latín “februarius”, de “februare” (hacer expiaciones), y estas palabras provienen, a su vez, de “febris” (fiebre) y de “fervere” (hervir).
         Digamos ahora, por asociación con la temperatura corporal en alza y dejando de lado todo tipo de connotaciones sexuales, que “calentarse” es preocuparse; “calentura” es enojo, entusiasmo, fervor, y ser un “calentón” es “engranar” uno por cualquier cosa con facilidad y rapidez. Que “pasar calor” o “lorca”, o simplemente un “verano”, es pasar vergüenza por el rubor que ésta provoca en el rostro.
         Pero... como solía decir un reo latinista mientras escuchaba el tango “Fiebre” de Humberto Canaro: - Non calentarum, largo vivirum.
         Y así como todo cuadro febril reclama que se sepan sus grados, pasemos ahora al termómetro.
         La invención del termómetro clínico a principios del siglo XVII por Sanctorius, profesor de fisiología en la famosa facultad de medicina de Padua, abrió el camino a un estudio y trazado sistemáticos de la fiebre. Ha tenido que pasar más de un siglo antes de que algunos médicos hicieran progresar esa práctica, y tres para que, ya hecho habitual su uso, José Martínez le dedicase un tango en 1917.

"FIEBRE" - tango de Humberto Canaro y A. Tagini
Por Orq. de Francisco Canaro - año 1938

domingo, 7 de junio de 2020

ACERCA DEL DENGUE, EL TANGO Y OTROS RITMOS


En nuestro país hubo epidemias de dengue en 1905 (Chaco), en 1911 (Corrientes) y en 1916 (Entre Ríos).
Ya en aquellos años estábamos tan familiarizados con esta enfermedad que hasta le dedicamos más de un tango. Y vayan como ejemplo estos tres: 
1º) «El dengue», tango de Gerardo Metallo (1916). 
         2º) «¡El dengue!», tango milonga de Miguel F. Alfieri (1917). 
         3º) «El dengue», tango del Dr. Arnoldo Yódice y Vicente Demarco (1921).

Por otra parte, Dámaso Pérez Prado, el creador del mambo, y también del dengue, a comienzos de la década del sesenta le dio origen a este nuevo ritmo utilizando llantas de auto como instrumento de percusión. Así nacieron composiciones como “El dengue del tartamudo”, “El dengue universitario”, “El dengue del poli”, “El dengue del bombero” y “El dengue del amor”. 
      Ahora, con respecto al origen de la palabra dengue (enfermedad del dengue, también conocida como fiebre quebrantahuesos o fiebre dandy), están los que la hacen derivar de la palabra dandy, ya que los ingleses comenzaron a llamar dandy fever a esta enfermedad en el siglo XVII por la forma especial de andar o contonearse que adoptan los que padecen esta enfermedad. 
      Otra teoría es la que le encuentra origen en la palabra denga, del swahili, lengua del grupo bantú del África oriental. En esta lengua, ki denga pepo designa a las convulsiones dolorosas causadas por los “malos espíritus” o la peste (pepo). 
      Tanto dandy como denga son voces que aluden a los gestos de remilgo que hacen los afectados por esta fiebre. 

          Y aquí estos tres temas:

          "EL DENGUE" -tango de Gerardo Metallo (1916) por Analía Rego


"EL DENGUE DE AMOR" - por Dámaso Pérez Prado

"TANGO CONTRA EL DENGUE"

jueves, 4 de junio de 2020

DE LA BREVEDAD DE TRES CUENTOS

«El dinosaurio» de Augusto Monterroso es uno de los cuentos más estudiados, citados, glosados y parodiados en la historia de la palabra escrita, a pesar de tener una extensión de sólo siete palabras. *

 
                    Dedicatoria del autor
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«El emigrante» 
Periodista:  -Tardaste cinco años en concretar "El emigrante", un cuento que no tiene más de cuatro palabras, ¿por qué?
Luis Felipe Lomelí: -Escribía y reescribía el cuento. Se volvía más largo y más corto. Quería contar la tragedia de dejar la tierra en la que has vivido. 
Cuando me di cuenta de que era más corto que "El dinosaurio", ya estaba publicado. Por descontado, a mí me gustaría que el texto tuviera peso por lo que comunica, por el diálogo que genera. Aunque, si el hecho de que sea “el más corto en español” le sirve para que sea leído y reproducido por más gente, tanto mejor.

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De "Historias sin vueltas de hoja"

                     *  "El Dinosaurio", de Augusto Monterroso
  Click: https://cvc.cervantes.es/actcult/monterroso/acerca/zavala.htm