jueves, 7 de junio de 2012

ACERCA DEL SANDWICH Y LA EPANADIPLOSIS



John Montagu, IV conde de Sandwich
Quizás resulte de interés comentar que la palabra sandwich, vocablo internacional que designa al emparedado, deriva del IV conde de Sandwich, John Montagu (1718 – 1792), gran jugador de naipes que, durante sus maratónicas partidas, se hacía preparar pequeñas porciones de vianda entre dos rebanadas de pan. La finalidad era doble: comer sin ensuciarse las manos y, fundamentalmente, no tener que abandonar la mesa de juego.
Y al sandwich, al que en confianza se lo suele llamar sánguche, y que cuando es pequeño pasa a ser un sanguchito o un chip, los porteños, por gusto o por costumbre, lo seguimos prefiriendo de jamón y queso.
Digamos también, por considerar que viene a cuento, que una cosa es comerse un sandwich y otra muy distinta es hablar en sandwich. Tan distinta que hasta tiene un nombre propio: epanadiplosis.
La epanadiplosis es una figura retórica que consiste en repetir al fin de una frase el mismo vocablo con que empieza: Se la dio de contundencia, se la dio. Tenemo que morfar, tenemo.
Y otro ejemplo lo encontramos en los últimos versos del soneto titulado Biaba, de Celedonio Flores, que aquí escuchamos en la voz de Edmundo Rivero:

              ..............................................              

            Pero ella se olvidó, sucia y borracha
            llegó como a las nueve la muchacha
            por seguirle la farra a un mishetón.

            Los bifes -los vecinos me decían-
            parecían aplausos, parecían,
            de una noche de gala en el Colón.

"Biaba" - milonga - Canta Edmundo Rivero
Letra de Celedonio Flores - Música de Edmundo Rivero