jueves, 14 de junio de 2012

ACERCA DEL ASEO Y EL LUNFARDO


La palabra limpio, en sentido figurado, nos lleva al concepto de alguien “sin culpa”, de alguien que está libre de impurezas legales. En el siglo XIII ya se hablaba de las almas limpias de pecado y de los limpios de crimen o de manchas.
Este concepto ha pasado al español americano y de él al lunfardo, que lo ha utilizado con igual sentido, llamándose limpio al malviviente que no es conocido por la policía, que ainda no foi preso, como dicen los brasileños, y que no registra antecedentes.
Borrando antecedentes
            El verbo limpiar, en lunfardo, tiene el significado de “hacer desaparecer el prontuario, los antecedentes de un delincuente”. 
Este adjetivo español, limpio, dicho al revés, o sea al vesre, origina la palabra piolín. Y de piolín se pasa a piola, con el significado de persona avispada, astuta, hábil, lista, despabilada, pícara, sin olvidar que ser un tipo piola es también ser un tipo avezado y servicial.
El piola, en determinadas circunstancias, es, también, el que sabe quedarse piola, sin inmutarse, el que permanece impasible, el que se queda en el molde.
Pero qué pasa con el malandra cuando deja de ser piola, cuando cae en cana, cuando queda escrachado, cuando debuta dejando antecedentes. Es entonces cuando hace su aparición el lavandero, el que, si es un abogado piola, lo habrá de limpiar de culpa y cargo y hasta lo hará aparecer como una víctima.
Entre tanta mugre, la limpieza está de moda.
Hoy, tanto se puede cebar un mate lavado, como correr el alto riesgo de que nos laven el mate, mientras oímos hablar de operaciones bancarias a las que llaman lavado de dinero.
                                                                                                                                                         
"Cara sucia" tango de Francisco Canaro y Juan Andrés Caruso
Orq. de Fco. Canaro - Canta:Roberto Maida