jueves, 26 de enero de 2012

ACERCA DE ITALIANISMOS Y COMIDAS

     No son pocas las palabras de origen italiano que se han  incorporado a la parla nuestra de cada día, y que están relacionadas con la comida. Palabras que la cocina italiana ha exportado, no sólo a nuestro país sino a todo el mundo. Términos gastronómicos que terminaron imponiéndose, sin dar lugar a la creación de nuevos vocablos para reemplazarlos. Una excepción la encontramos en el pan dulce navideño, versión argentina del panettone. Pero lo común es lo contrario. La mayoría de estas palabras conservan sus significados sin dejar por eso de enriquecerse con nuevas acepciones. Tal los casos de los mentados "papelitos" o ravioles; el tirarse a muerto o a mortadela; el darle una paliza o el pesto a alguien; el quedarse callado o musarela; el tener los dedos o los grisines hinchados; el tener vigor, potencia o polenta; el ser un  empleado público que asiste al lugar de trabajo sólo en fecha de cobro, a quien llamamos ñoqui. Y por último, ser una persona torpe, boba, atontada, de pocas luces o, simplemente un salame.
        En este punto, creo oportuno traer a cuento que la palabra salame es una voz italiana con la que se designa al embutido hecho con carne vacuna y carne y grasa de cerdo, picadas y curadas, que se come crudo. 


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