jueves, 17 de abril de 2014

ACERCA DEL ORIGEN DE LA PALABRA

En el principio era el Verbo, y el Verbo era Dios. De este modo reconoce San Juan la fuerza de las palabras, identificándolas con el mayor de los misterios: la divinidad.
Tan antigua como la Grecia clásica y, probablemente más aún, es la cuestión de cómo adquirió el hombre el don de la palabra: ya Pitágoras, Heráclito, Platón y Aristóteles especularon sobre ello.
Hasta la era darwiniana, los biblicistas y hebraizantes adoptaron la creencia de que Adán adquirió el don de la palabra del mismo modo que adquiriera la mujer, esto es, por gracia divina. Le correspondió así a Adán darle nombre a los animales y a las cosas. Y ese fue su primer acto poético. Creían asimismo que, en un principio, todos los hombres hablaban una lengua común hasta que intentaron construir la torre de Babel, que llegara hasta el cielo, por lo que Dios castigó su insolencia y confundió sus lenguas. 
La Torre de Babel - Óleo de Pieter Brueghel el Viejo
Lo cierto es que, durante siglos, se debatió la cuestión de cuál era el primer lenguaje hablado entre los hombres, con la inferencia de que quienes lo hablasen serían considerados como descendientes directos de la pareja primitiva. Un erudito anónimo, que solía dejarnos con la boca abierta en un café del barrio, sostenía la opinión contraria, es decir, que ya en el Paraíso Terrenal existían diversas lenguas y que Dios hablaba en protoindoeuropeo, Adán le respondía en sánscrito y  la serpiente la tentó a Eva... en lunfardo. 

"El chamuyo" - Letra de Felipe Fernández (Yacaré) Música de Edmundo Rivero  
Canta Edmundo Rivero