jueves, 12 de julio de 2012

ACERCA DE LA EXPRESIÓN “A LA VIOLETA”


Enrique Cadícamo inicia su tango “Compadrón” con este verso: Compadrito a la violeta...
José Cadalso y Vázquez según Castas Romero
 El primero en utilizar esta expresión, que después se popularizó, fue el escritor y militar español José Cadalso (Cádiz, 1741 - 1782), quien, en 1772, publicó una obra satírica en la que les dio con un palo a los falsos sabios y sabiondos. El libro se llamaba: Los eruditos a la violeta, en el cual el autor crea un “Catedrático a la violeta”, que reparte enseñanzas a todos aquellos que quieren aparentar sabiduría: “no es necesario estudiar, decía, basta con nombrar a algún filósofo de moda, repasar índices, algunos latines y citar libros conocidos”. Y después agrega: “En todos los siglos y países del mundo han pretendido introducirse en la república literaria unos hombres ineptos que fundan su pretensión en cierto aparato artificioso de literatura. Este barniz de sabios puede asombrar a los que no saben lo arduo que es poseer una ciencia; lo difícil que es entender varias a un tiempo; lo imposible que es abrazarlas todas, y lo ridículo que es tratarlas con magisterio...”
Pero la pregunta es: ¿por qué utilizó Cadalso la figura a la violeta? Con ella hacía referencia a los petimetres y presuntuosos que poblaban los salones sumando víctimas con versos malos y peores latines.
Estos pelmazos, o chantunes, más atentos a su indumentaria que a sus estudios; peinados, emperifollados y apestando a aguas olorosas de lavanda, jazmín o violetas, hizo que Cadalso dijera: “de esta última voz, violeta, toma nombre mi escuela”.
Una escuela que... hizo escuela. ¿No lo cree?
 

"Compadrón"  (tango) Música: Luis Visca - Letra: Enrique Cadícamo
Canta Carlos Gardel