jueves, 10 de noviembre de 2011

ACERCA DEL “CINCO Y CINCO”



El "5" es un número cuyo nombre en español "cinco", tiene tantas letras como el propio número indica. Pero, vayamos ahora a la terminología de la quiniela, en la que "5" es "gato", término que se nos pegó de los españoles con el significado de ladrón, de ratero que entra subrepticiamente en una casa o comercio y se escabulle hasta encontrar la ocasión propicia para robar. Y ya que estamos, recordemos un “modus operandi” mucho más “finoli”: el “cinco y cinco”.
El aficionado a dichas prácticas (timo del cambio) entraba a un comercio y compraba algo que valiera, por ejemplo, 5 pesos. Seguidamente pagaba con un billete de 10 pesos. Una vez que recibía el vuelto, con aire distendido y hablando sobre cualquier tema, “encontraba” casualmente el “cambio” en otro bolsillo. Entonces le decía al desprevenido comerciante: -“Espere, espere. ¡Acá tengo cambio, tome! Y deme nomás los 10 pesos”. Si todo andaba bien, efectivamente le era devuelto el billete grande pero él no devolvía lo que había recibido antes como “vuelto”. Hecho eso, le había timado 5 pesos a su víctima.

Juan Carlos La Madrid
Una tarde, el poeta Juan Carlos La Madrid, en un café de Cabildo y Congreso, llamado “El violín del diablo”, me presentó a dos amigos que habían ido a visitarlo. Se trataba de dos simpáticos malandras recién llegados de Europa, donde vivían en una casa rodante y hacían el “cinco y cinco” en los casinos. ¡Toda una especialidad!
  
  • Estimado Luis, esto me hace recordar cuando fuimos a la casa de los punguistas "a comer un asado". ¿Te acordás de la casa cómo era? Y cómo estaba sentado La Madrid en un sillón de mimbre y pegado detrás, en la pared, bajo una galería un afiche de Carlitos en el Gran Dictador?. Aquello, más que una cena fue una larga charla con el Negro y los jubilados punguistas. Contado así parece una cosa normal; personalmente no conozco a nadie que tuviera una experiencia semejante , donde viejos punguistas hablaban también sobre viejos métodos para punguear. Nos contaban cómo hacían el “cinco y cinco” que, después, supimos que salían a hacerlo para comprarle al Negro los remedios que vos le recetabas. ¿Te acordás? ¡Qué tiempos! Nuevamente gracias por el correo. 
                  Un fuerte abrazo.
                  Carlos 

De la película "Nueve reinas" (comienzo)
Cuando el actor Gastón Pauls hace el "5 y 5"